El valor de las acciones de Samsung Electronics cayeron fuertemente a finales de septiembre cuando su modelo Galaxy 7 se incendió en las manos de sus usuarios. La falla le ocasionó un devalúo bursátil de 7%, equivalente a $1,318 millones, la cifra más baja de los últimos dos meses. El incidente encendió las alarmas de Elliott Management, el fondo de cobertura que tiene el control del 0.62% de la compañía. Su oficina central envió a Corea del Sur una propuesta en la que pedía un relevo generacional a la junta directiva de la surcoreana y la reestructuración de la misma.
Los informes difundidos señalan que Elliott Management quiere que Jay Y. Lee,que actualmente es el líder de facto del gigante tecnológico, asuma una posición oficial dentro del consejo directivo y tome las riendas de Samsung, antes de perder otros $20,000 millones del valor de sus acciones, cifra que se calcula fue el costo al final de recolectar todos los aparatos con fallas.
Ese es el estilo de Elliott Management, si sus intereses están en riesgo, o si quiere construir un imperio de una desgracia. Su rol en el mercado es rescatar, salvar o comprar grandes compañías en problemas, en quiebra, o con necesidades de liquidez.
Eso fue lo que hizo la semana pasada en Brasil, al entrar en conversaciones con Oi SA, la compañía telefónica brasileña que se declaró en quiebra hace una quincena. Según informes de Bloomberg, Elliott Management negocia para invertir $3 mil millones, cantidad con la cual los accionistas de la empresa planean pagar sus deudas, reducir otras a $20,000 millones y dejar intacta a la empresa.
En este caso, Elliott también prepara una propuesta de reestructuración en la que el fondo pueda actuar en calidad de inversor independiente, fórmula con la cual los acreedores de bonos de Oi SA no tendrían en sus manos papeles sin valor, y tampoco habría mucha incomodidad para los accionistas. Cuando se supo la noticia, las acciones de la brasileña subieron 6.7%.
No está mal si se considera que Oi SA propuso una reducción de hasta un 70% en el valor de sus bonos, venta de activos, nuevos recursos y la posibilidad de una fusión o ruptura.
A lo largo de su historia en el mercado, para algunos ha sido un salvador, para otros “un buitre”. Pero, cuando se trata de recuperar la inversión y reclamar deudas, Elliott Management se convierte en el peor enemigo.
Hace 15 años puso en aprietos a Cristina Fernández, entonces Presidenta de Argentina, quien declaró a su gobierno en “default” y negoció con sus acreedores re plantear los pagos y plazos, cuestión que Elliott Management no aceptó y sus abogados demandaron a su país por un monto de $326 millones.
La justicia estadounidense resolvió a favor de Elliott Management y recibió $2.4 mil millones, un asombroso rendimiento de 392% sobre el valor original de los bonos que le había comprado a Argentina, destacan las crónicas del New York Times.
Interviene en Avianca
Ahora Elliott Management entra a la carga con Avianca. El Financial Times reveló que el fondo estadounidense ha tenido sesiones con los directivos de la aerolínea, en su calidad de prestamista del mayor accionista de la compañía, German Efromovich, para sugerirles la venta o la inyección de capital con un nuevo socio. ¿A cuenta de qué? Los préstamos hechos a Efromovich, el mayor accionista de Avianca, están asegurados contra el valor de su participación del 51% de la aerolínea.
Elliott Management le prestó dinero a Efromovich para invertir en un astillero en Brasil, pero el negocio no arrojó las ganancias necesarias y toca recuperar la inversión, según el Financial Times.
Efromovich invirtió en el negocio a través de su otra empresa, Synergy Group Corp, dentro de la cual se encuentra su filial Synergy Aerospace, que tiene el 58.6% de Avianca.
Los periódicos colombianos reportan que Efromovich adquirió el astillero Estaleiro Ilha SA (Eisa), con sede en Río de Janeiro, el cual después de algún tiempo suspendió operaciones y detuvo los pagos a 3,200 trabajadores en 2014.
Para entonces, Efromovich debió viajar a Estados Unidos a negociar $88 millones , para inyectar liquidez al astillero, pagar a los trabajadores y preparar los activos para venderlo.
Acostumbrado a ganar y no a perder, ahora Elliott Management le sugiere a Avianca que venda o busque un socio. ¿Será que Elliott quiere auto proponerse como tal o como inversor independiente, como lo ha hecho con Oi SA de Brasil? Por el momento se desconoce.
Si la garantía que Elliott Management tiene en sus manos son las acciones que Efromovich posee en Avianca, seguramente está al tanto de las dificultades financieras de la aerolínea.
El Wall Street Journal reveló hace un mes que Avianca estaba buscando ofertas de capitalización valoradas en $500 millones y que los más interesados en inyectar ese dinero eran United Continental Holdings Inc. y Delta Air Lines Inc., a manera de acciones totales o parciales.
A junio de 2016, Avianca reportó deudas a corto plazo valoradas en $2,045.66 millones (unos 6,065,227 millones de pesos), deudas a largo plazo de $1,688.87 millones (unos 5,007,374 millones de pesos), y una pérdida ubicada en la casilla de utilidades netas, valoradas por $19.42 millones (unos 57,565 millones de pesos), equivalentes a una pérdida por acción de 0.06. (ver tabla)
Entorno difícil
La calificadora de riesgo Fitch Ratings le asignó una perspectiva negativa a los bonos de Avianca, el pasado 4 de abril, debido a los niveles de deuda alcanzados por la misma.
Fitch explicó hace seis meses que la calificación asignada “refleja el deterioro continuo del perfil financiero de la compañía, en medio de un entorno operativo difícil”. Consideró poco probable cualquier recuperación en el perfil crediticio, en el corto y mediano plazo. La deuda es mayor que la prevista por Fitch, ya que llegó a una razón de deuda total ajustada de 7.4 veces, mientras las proyecciones eran de 5 a 5.5 veces.
Ahora, Elliott Management se ha convertido en una presencia cada vez más influyente en las discusiones sobre el futuro de Avianca. Mantiene conversaciones con los altos ejecutivos de la compañía y ha proporcionado información sobre lo que cree que debe hacer Avianca, reveló el Financial Times.
Por el momento, el nuevo CEO de Avianca, Hernán Rincón, ha dicho que la compañía ni se compra, ni se fusiona, ni se vende. “Estamos tomando esto con mucha calma”, ha dicho, porque han decidido que la mejor opción es buscar “un socio que los complemente”.