El abogado y exministro de Gobernación, Francisco Bertrand Galindo, considera que la Operación Jaque, con la que hace un par de meses la Fiscalía y la Policía golpearon a la Mara Salvatrucha, es el resultado de un cambio de metodología en la investigación contra el crimen organizado.
Ese giro no sólo se ha visto con los resultados contra esa estructura criminal, sino también en la investigación contra el expresidente Mauricio Funes. En ambos casos, la Fiscalía ha ido a las estructuras de supuestos testaferros que se encargan de lavar el dinero mal habido.
En el caso de las pandillas, Bertrand Galindo prevé que si la fuerza pública logra controlar cada metro del territorio nacional, a las pandillas no les quedará más opción que clandestinizarse, lo cual también forzará a esos grupos delincuenciales a mutar tanto en su forma de delinquir. Y, posiblemente, se vuelvan más violentas y cometan crímenes de mayor magnitud.
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¿Cuáles serían las consecuencias en el proceso judicial de que en la investigación contra la cúpula de la MS-13 haya un fuerte componente de escuchas telefónicas?
Este caso marca un antes y un después en la investigación de crimen organizado.
Creo que la novedad es el poder hacer coincidir, vincular, la estructura operativa delincuencial, que es la pandilla, con la estructura operativa financiera, que servía bajo un marco encubierto. ¿Cómo lograr eso? Ese ha sido el gran problema de la Fiscalía y de la Policía en el pasado.
Que lo hayan hecho ahora en este caso, marca ese antes y el después, porque a partir de esta forma de manejar los testaferros, de manejar los canales de fondos y de manejar las escuchas, mezcladas con testigos, mezcladas con informes de bancos… ese conjunto probatorio permitirá verificar más allá de cualquier duda, que efectivamente constituye una organización: Unos como testaferros, otros como lavadores de fondos, otros siendo los operadores delictivos y el otro siendo intermediario entre ambos.
Y digo que esto es clave porque no sólo estamos hablando de la Operación Jaque.
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Semanas después estamos viendo todo el fenómeno de la construcción de la red de corrupción de un expresidente (de la República) que también se está haciendo por medio de las definiciones de testaferros, que es una de las cosas nuevas en la Operación Jaque: cómo han logrado identificar siguiendo el dinero, dónde es que están los negocios en forma lícita.
¿Podría decirse que es primera vez que vemos una investigación de esa forma?
Se hace por primera vez así porque antiguamente estaba la creencia de que los pandilleros por su estilo de vida eran personas pobres, viviendo en lugares despoblados, no parecía que estaban manejando dinero en cantidades que les permitiera una vida lujosa, especialmente porque la estructura de la pandilla tampoco permitía ver que en la cúpula había ese sistema de vida. Lo que ha reflejado es que no se les veía esas manifestaciones de riqueza porque había otra organización a la par que era la que estaba manejando los negocios de la pandilla.
En ese sentido sorprende la investigación porque no es lo típico que agarran a un sujeto con una extorsión de 10 mil dólares.
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Estamos hablando ya de millones de dólares invertidos. Y luego vemos el descubrimiento de los valdes (enterrados con dinero) en Acajutla. Otro golpe importante a una de las clicas mas fuertes de la MS. Es claro que que estamos viendo, todavía, consecuencias de la Operación Jaque.
¿Por qué cree que nunca se había dado un golpe así?
Yo creo que es un tema de formación. Tanto la Policía como la Fiscalía se habían centrado en la persecución individualizada del delito. Para ellos era más relevante descubrir quién había extorsionado o quien había matado a una persona, que descubrir la red que estaba detrás de ese extorsionista, detrás de ese asesino, y las razones de fondo por las que se estaban cometiendo esos delitos.
Había una discusión entre los que opinamos sobre este tema. Mi tesis era que se hacía necesario que la Fiscalía hiciera un cambio metodológico de enfoque en sus investigaciones, de tal manera que si bien es cierto era necesario resolver los homicidios, pero es bastante más efectivo desarmar la estructura.
Ese cambió del que se venía hablando y diciendo que era necesario, es realizado hasta este momento en que tanto la policía como la fiscalía logra comprenderlo. Imagino que llegaron a eso estudiando casos como el caso vecino de Honduras que le encontraron también a la MS aquellas casas en San Pedro Sula, y las cantidades de fondos en efectivo.
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Entonces, ese tipo de experiencias, quizás compartido a nivel regional, probablemente con apoyo de las policías de países más desarrollados, europeos o Estados Unidos, pueda que haya logrado formar esa capacidad.
Creo que el cambio que hemos visto ahora es que lograron recabar la prueba para llevarla ante un juzgado.
Esto es el gran cambio que hemos visto. Cómo logran recabar la prueba, con las escuchas. Bueno básicamente creo que es una mezcla: las escuchas, testigos, asumo que debe haber investigación en bancos. Luego, testigos criteriados, en fin, creo que es una mezcla de pruebas, que espero yo que estén bien hechas, para que los jueces no tengan ningún inconveniente en valorarla.
Usted cree que la policía ya sabía de toda esa maraña de negocios… ¿Por qué no se había actuado como hoy?
Yo creo que lo que faltaba era un elemento de formación.
Voy a ponerle el caso del expresidente Funes: a Funes se le acusa de que él hacía sus negocios a través de testaferros, o sea, era una red en la que él aparentemente no tenía nada, pero él llevaba un estilo de vida bien holgada.
Entonces es cuando la Fiscalía ve que tienen esa necesidad de investigar; a diferencia de otras veces, en lugar de ir y capturarlo sin pruebas, va y construye primero la prueba.
¿Qué hace? Ir a los testaferros, ir a los abogados; imagino que ha pedido certificaciones bancarias… de tal manera que cuando logre probar que hay una relación de dominio en relación con bienes, con dinero, con otras cosas, del ex presidente Funes, hasta entonces podrá girar una orden de captura. Esto es un cambio importante.
Yo creo que están pasando cosas que están reflejando nuevas formas de hacer las investigaciones tanto de la Policía como de la Fiscalía. Y el caso de la Operación Jaque creo yo es el que comienza a demostrarnos que han cambiado estas técnicas.
¿Cómo cree que va a actuar la MS-13 a partir de ese golpe?
No es a partir de este golpe. Creo que esto tenemos que verlo en conjunto. Si todas las políticas que ha lanzado el gobierno las hace bien y logra retomar el control territorial del país, y continúa dándole golpes en el alma financiera de la pandilla, lo que debería de suceder es que la pandilla tendería a reducirse y a reducir su impacto en los centros urbanos.
Eso es lo mismo decir que la obliga a que se clandestinice, de tal manera que la estructura sea secreta. Eso tiene una parte buena y una parte mala.
La parte buena es que la forma de captar nuevos miembros se le pone difícil a la pandilla. Ya no va a tener ese ambiente social favorable dentro de las comunidades para que los niños se hagan pandilleros.
La parte mala es que los tipos de delitos van a tener características probablemente más violentas o los crímenes van a ser de mayor magnitud. Ya no van a hacer robos a las tiendas, sino que van a tratar de hacer robos a los negocios grandes.
La policía tiene que estar preparada para poder lidiar con ese nuevo enfoque. Con eso no se termina la guerra. Es simplemente un buen golpe que obligará a la pandilla a hacer cambios y la policía tiene que responder con otros cambios para tratar de mantener la correlación a su favor.
Pareciera que con las medidas actuales tienen la correlación a su favor, pero tienen que luchar por mantenerla. Eso implica en que los dos rivales, van a tener que ir cambiando métodos, ajustando su inteligencia.
De continuar las cosas como van, esperaría que se dé el fenómeno de la clandestinización de la pandilla.
Hay lugares en donde la pandilla es amo y señor…
Por eso le decía que todo esto que le estoy diciendo es en el supuesto que las medidas que ha lanzado la policía terminen de tener el control territorial del país.
Si la fuerza publica tiene éxito y toma el control territorial en cada metro cuadrado del territorio, entonces a la pandilla no le queda más que clandestinizarse. No hay otra forma.
Si las medidas extraordinarias obligaron a las pandillas a maniobrar ¿Qué viene después?
Si el grupo se vuelve clandestino, como no puede captar tanta personas como las que capta hoy, ni va a tener tanto soporte social como el que tiene ahora, entonces eso tiene que sustituirlo ¿como? Primero con el tipo de armamento. Tendrá menos miembros pero con más capacidad de fuego. Y lo otro que va a hacer es replantearse el tipo de delitos que comete porque ya no le va a ser ni fácil ni conveniente ir a cobrar la extorsión en la tienda, porque si usted asume que la fuerza pública tiene el control de la colonia, la fuerza pública va a saber que está cobrando esas extorsiones.
¿Se puede hablar de que la violencia ha escalado a otro nivel?
Definitivamente que no tenemos lo mismo. Hay un cambio, no sé si se habrá escalado un peldaño. Podría ser que sí. Por un lado compra más armas, forma estructuras tendientes a tener una respuesta más de tipo militar contra la fuerza de seguridad y, como se ha publicado, empiezan a hacer emboscadas y cosas de esas, puede ser que sea un escalón.
Pero digamos que es muy temprano por ahora. Ahora sabemos que se ha lanzado las medidas de parte del gobierno y sabemos que han tenido un impacto importante en las pandillas, que las ha obligado a replantear muchos de sus operaciones normales, pero también sabemos que las medidas no han logrado su pleno impacto. ¿A qué me refiero? Sigue habiendo información de los penales hacia afuera.
Segundo, no hay pleno control de territorio. Ha mejorado, definitivamente, pero no hay un completo control. Hay zonas donde la policía llega y se va. La policía llega y captura y a las dos semanas regresan libres los pandilleros.