Como no se hizo en varios años, el gran reto de El Salvador es ordenar las finanzas públicas, hacer un uso eficiente de los recursos y concentrar el gasto en las prioridades y áreas críticas del país, consideró ayer el empresario, Roberto Murray Meza.
“Creo que el país está entendiendo que por mucho tiempo no se priorizó el gasto, no se administró bien y ahora se ha visto forzado a hacerlo. Hemos llegado a un momento donde ya no se puede seguir así”, señaló el presidente de la Fundación Rafael Meza Ayau (FRMA).
Para el empresario, la declaratoria de emergencia por falta de liquidez, hecha por el Presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén la noche del lunes pasado, “quiere decir que estamos en una situación muy crítica y requiere atenderlo con prioridad”.
Murray Meza explicó que para avanzar en el orden de las finanzas estatales es necesario “sincerar la administración pública y la economía”, tomando conciencia de que los gastos no puede superar a los ingresos y si es necesario recurrir a financiamiento externo, usarlo bajo un esquema disciplinado, con un marco regulatorio establecido para no volver a caer en el mismo problema de financiar gasto público con deuda.
“Por lo que tengo entendido, la planilla del sector público ha aumentado enormemente. Hay casos donde quizá se justifica, como el sector de seguridad, pero hay otros en los que no”, insistió.
El representante del sector privado coincidió en que es necesario reducir el déficit fiscal en 3 % del Producto Interno Bruto, y que esto puede facilitarse si se reduce en 1.5 % el gasto público y a la vez incrementan en 1.5 % los ingresos.
“Hay que formalizar esa propuesta y no dar solo un cheque en blanco sino quedar en ese entendimiento de cómo se van a usar esos fondos”, dijo.
Murray Meza también señaló que un acuerdo fiscal debe contar con una Ley de Responsabilidad Fiscal “que tenga dientes”, que sea efectiva y se implemente.
La presión de una crisis, dijo, también puede crear un peligro mayor en el que “si no se llega a una solución consensuada, racional, sustentable, se hagan medidas que pueden empeorar el problema”.
Aunque reconoció no conocer en detalle el proyecto de presupuesto para 2017, el empresario sostuvo que ya se encontraron “fallas” y desequilibrios.
Estas prácticas reiteradas, consideró, son las que “han llevado a una continua dependencia estructural de Letras del Tesoro (Letes) y eso no puede seguir así”.
Desde mayo de este año, el presidente Sánchez Cerén reconoció la urgencia de un pacto fiscal y llamó a diversos sectores a “apretar el cincho”.