1. Un gane anunciado
Si partimos de un caso hipotético en que un hombre y una mujer de la misma edad se someten al mismo régimen, ingieren igual cantidad de calorías, hacen el mismo tiempo de ejercicios con igual intensidad ¿perderán la misma cantidad de peso? Lo más seguro es que no sea así. La respuesta es simple, hombres y mujeres somos distintos. Ana Cristina Gutiérrez, asesora nutricional, explica que esto puede deberse a varios factores, uno de ellos es el tamaño del cuerpo, “entre más grande sea una persona más calorías requiere, es decir que también queman más calorías en reposo”.
2. Cuerpos distintos, resultados desiguales
Otro factor por el cual los hombres reducen de peso más fácilmente, es la composición corporal. Ellos tienden a tener más masa corporal magra (músculo, huesos y órganos) que las mujeres. “Por cada libra de masa muscular magra que una persona tiene se queman 14 calorías por día. Los hombres, al tener más masa corporal, requieren más energía para mantener su peso. Eso significa que la quema calórica se facilita más para ellos”, afirmó Gutiérrez. Aunque es más fácil para ellos, no significa que sea misión imposible para ellas.
3. El tamaño de los cuerpos
La tercera ventaja para ellos es que queman más calorías que las mujeres cuando hacen ejercicio, y no porque trabajen más duro, es solo que se requieren más calorías para mover un cuerpo más grande, aunque ambos estén realizando el mismo ejercicio.
La reducción calórica también es desventaja. Por ejemplo, si un hombre alto de contextura mediana que consume 2.500 calorías diarias quiere perder peso, puede reducir su dieta en 1.000, estaría consumiendo únicamente 1.500 calorías por día y aún así tendría una cantidad calórica razonable. Con este cambio podría perder alrededor de 2 libras a la semana. Pero, si una mujer que consume 1.600 calorías diarias quisiera reducir de peso, ella solamente podría disminuir 400 para no sobrepasar el consumo calórico mínimo de 1.200 calorías. Con esta reducción calórica, perdería solamente 400 gramos por semana.
4. No juzgues a los demás, solo somos diferentes
Con este panorama claro, la regla es no hacer comparaciones, ellos van a perder peso más rápidamente, mientras que ellas pueden esforzarse lo mismo y bajar menos. Ahora que sabes que el campo de juego no está nivelado, no pretendas perder tanto como ellos. Si te ejercitas con tu pareja, no pienses que tu compañera no se está esforzando lo suficiente, simplemente son anatomías de naturaleza distinta.
Si tú y tu pareja están tratando de mejorar su estilo de vida, lo más importante es que adopten hábitos saludables de manera conjunta, que tengan una alimentación balanceada y que hagan ejercicio regularmente, pero conscientes de que los resultados no serán idénticos.