El cine tiene la capacidad de convertir cualquier historia en magia. Eso es lo que Herbert Zometa busca a través de su filme “Armonía de mi pueblo”, que narra la historia de El Salvador por medio de la vida y obra del pintor Fernando Llort.
Pero la idea que se resguarda tras la producción va más allá de solo eso. La visión de Zometa es más espiritual y lo que pudo ser un documental sobre el artista Llort, busca transformarse en un filme experimental.
La cinta consistirá en una mezcla de técnicas haciendo uso de entrevistas, tanto a Llort y sus familiares como a historiadores, arqueólogos y antropólogos, que puedan dar una imagen más panorámica sobre la historia salvadoreña. De igual forma, los cineastas emplearán animación, ficción y video arte en la producción, convirtiéndola en una amalgama de estilos. Esta es la alquimia con la que Zometa y su equipo han jugado.
Es una propuesta ambiciosa, sin duda, pero para poder realizarla los cineastas buscan los fondos necesarios para completarla.
Actualmente, requieren el 40% de los fondos, que buscan adquirir por medio de una campaña en Kickstarter. Esta plataforma permite a artistas como Herbert Zometa presentar proyectos de cualquier rubro y que la gente pueda donar la cantidad de dinero que deseen, para ayudar a que la obra se concretice. Muchas películas independientes se han presupuestado de esta forma.
El camino ha sido empedrado para los productores. Ellos participaron del premio Pixel otorgado por el Ministerio de Economía, en el que ganaron $80,000. El premio consiste en una suma de dinero que se le entrega a los cineastas para que ellos realicen su propuesta con un mayor presupuesto.
No obstante, esta suma les ayudó para la etapa de pre producción, en la que llevaron a cabo la investigación que desembocó en un guion. Ahora, precisan de los fondos para inciar la producción.
Ha sido esto lo que los ha llevado a buscar financiamiento a través de Kickstarter, en donde los productores dan a conocer el proyecto al público y quienes estén interesados pueden donar la cantidad que ellos decidan aportar.
Por cada donativo, los productores estarán dando recompensas, basadas en la cantidad financiada. Las donaciones pueden ir desde cinco dólares hasta 10 mil dólares. Al otorgarse cantidades significativas como 30 dólares, las personas pueden obtener un crédito en la película. Entre más altas sean las donaciones, las personas podrán recibir artesanías de La Palma y cerámicas, entre otros artículos. Todo esto respaldado por la familia Llort, quien están dando gran apoyo a la creación del filme.
Desde que nació la idea, Zometa ha considerado que esta cinta será su “canto a la madre tierra”, su carta de amor a la tierra cuscatleca o Kushkatan, nombre nahuatl para la nación que ahora conocemos como El Salvador.
La coyuntura salvadoreña no ha sido la mejor en las últimas décadas. Atravesamos 12 años de conflicto armado que dejó una herida que no ha sanado del todo. Y ahora, vivimos un tiempo de violencia, en donde el crimen y los homicidios se han disparado recientemente.
Parte del motivo bajo el que nace la película se debe a esta época de violencia, puesto que Zometa asegura que su película busca generar una sensación espiritual y de amor hacia el país.
Es ante ello que considera que su deber como artistas es hablar sobre los tiempos actuales y dar un mensaje contundente, uno que genere reflexión.
“Armonía de mi pueblo” le ha permitido a este grupo de cineastas contar la historia del país desde tiempos ancestrales. “Para mí, como artista, es mi excusa para contar cómo es esta tierra, una tierra de frutos”, asegura Zometa.
Pero esa es la importancia que él encuentra en la creación de este filme, puesto que no sólo es hablar de la obra y vida de Llort, sino que el pintor se vuelve un hilo conductor para poder hablar de las raíces de nuestros ancestros y los eventos que han marcado a la nación.
Más información sobre el filme puede encontrarse en la página facebook.com/armoníademipueblo, y en instagram y twitter como @armoniademipueblo y @armoniafilm, respectivamente.