LA UNIÓN. Los pobladores de caserío Barrancones, de cantón Piedras Blancas, en Pasaquina, denunciaron nuevamente la falta de apoyo del Estado para mitigar el riesgo de desbordamiento que genera un enorme tapón de árboles, lodo y arena en la desembocadura del río Goascorán, que se formó en el invierno de 2015.
Es más, con las últimas crecidas del afluente, el tapón aumentó de tamaño. Los vecinos lamentaron que las instituciones del Estado no aprovecharon las tres semanas que dejó de llover en la zona, para realizar trabajos de mitigación, utilizando herramientas como motosierras para retirar lo que estaba al alcance.
Enrique Álvarez, un lugareño, dijo que no había salida porque un árbol grueso estaba atravesado y un lanchero estuvo a punto de quedar atrapado. “Ahorita que las lluvias están seguidas y fuertes, ya no pueden trabajar. Tienen que esperar hasta el verano, ellos tuvieron tiempo de hacerlo aunque sea con hombres y motosierras”, dijo.
Pedro Castro, otro habitante de Barrancones, asegura que después de la última visita de las autoridades, en junio pasado, hubo tiempo para trabajar y retirar la obstrucción en la parte más afectada.
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Precisamente en esa visita, realizada el 9 de junio, participaron representantes del Ministerio de Obras Públicas, Comisión Nacional de Protección Civil y de Relaciones Exteriores, con la idea de verificar el problema y dar una solución mientras terminaba la temporada del invierno.
Sin embargo, no se realizaron obras ni se harán hasta 2017, según el Ministerio de Obras Públicas (MOP), que ya cuenta con los permisos ambientales para realizar los trabajos de dragado en el río, específicamente en la zona del azolvamiento.
Sergio Moto, coordinador del MOP en oriente, dijo que están esperando que pase el invierno para intervenirlo porque el río ha crecido y y deben ingresar con maquinaria.
“Se determinó que era complicado ingresar a trabajar en lanchas y con las motosierras. Se tiene que hacer un dragado en 700 metros de longitud por 25 metros de ancho y un metro de profundidad, para sacar todo los troncones, árboles y los desechos como la arena por el azolvamiento que hay”, dijo Moto.
Pero las explicaciones técnicas del MOP del porqué no se ejecutaron los trabajos, no son suficientes para dar tranquilidad a los lugareños, quienes temen que el tapón provoque que el Goascorán se desborde y se registre una desgracia.
Los vecinos reiteran que temen el desborde del río, porque con la fuerza del agua y al encontrar el tapón en el cauce, este buscará una salida y hará que el atascamiento incremente.
Esa situación generaría que la corriente busque salir en la zona de los muros de contención que protegen la comunidad y con ello afecte las viviendas.
El otro temor es que las autoridades navales de Honduras los encuentren cruzando sus aguas y los detengan, decomisándoles lanchas y los equipos de pesca.
Eso, porque con marea seca, las embarcaciones de pesca no pueden pasar por un tramo de un kilómetro sobre el río, que es el tamaño del tapón.
Durante la visita de junio, Carlos Menjivar, jefe de la Unidad de Alerta Temprana de la Comisiòn de Protección Civil, dijo que en ese momento era difícil meter maquinaria al lugar porque sería poner en riesgo la vida de los operadores.