Muchos tenemos la costumbre de dejar todo para última hora y, si bien a veces todo resulta bien, no siempre ocurre así, y menos si de estudiar se trata.
Santiago Nogales Martín, licenciado en Artes y profesor del Colegio Español Padre Arrupe, dice que el éxito académico debe plantearse desde el primer día de clases y desde el primer año de estudios.
Y en pos de lograr esa meta, los padres y madres deben acompañar a sus hijos con rigor, constancia y disciplina, pero al mismo tiempo bajo un marco de respeto, confianza y libertad, para que ellos puedan desarrollar al máximo sus capacidades.
Nogales sostiene que el final del año siempre es un momento incómodo y con mucha presión, más aún para quienes estudian con becas o no van del todo bien con sus asignaturas.
El maestro insiste que es por eso que desde el principio se tiene que llevar un itinerario formativo con los pequeños y hacer que se cumpla.
En aquellos casos en que los papás den apoyo, que los docentes se esmeren, pero el escolar falle, es necesario buscar apoyo de los tutores del centro de estudios, a fin de identificar si la conducta del infante es por problemas de aprendizaje, familiares o sociales.
De acuerdo con el educador, aún más que al inicio del año, se tiene que poner esmero al final, y evitar que los niños y jóvenes pierdan su tiempo con los teléfonos inteligentes y con los juegos digitales.
Para evitar que divaguen, más allá del horario de clases, se les debe establecer un horario para que cumplan con actividades en casa, de forma que tengan tiempo para relajarse, hacer las tareas, bañarse, cenar y estudiar todos los días.
Nogales señala que, si bien en la mayoría de casos los padres no pueden estar presentes para garantizar que sus hijos cumplan en casa con las actividades establecidas, al final del día, deben revisar los avances logrados en cada una.
El profesor Nogales también destaca que para que los escolares se preparen bien, es importante que se le proporcione un ambiente relajado, sin injerencias de sonido ni distracciones.