“El cáncer es una de las batallas más importantes que he peleado”

Hazel Mireya González de Sánchez tiene 35 años. Es economista, casada y madre.

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elsalvador.com

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2016-10-18 6:28:00

“Pasé algún tiempo con una pequeña bolita en mi seno izquierdo, iba a control y siempre decían que no era nada. En el 2013 fui a un chequeo porque comencé a sentir cambios en su forma, la doctora indicó una lumpectomía (retirar el tumor y mandarlo a biopsia).

En octubre de 2013, fui diagnosticada con un carcinoma in situ en mi seno izquierdo y fui sometida a una segunda operación, una cuadrantectomía, que retira un cuarto del tejido de la mama y que solucionó el problema en ese momento. Dos años después apareció una nueva lesión, ahora en el seno derecho, que era necesario retirar.

No me operé, pues a punto de entrar al quirófano la lesión no apareció en la ultrasonografía. Estaba a punto de casarme y fue una tremenda bendición para mí. Me casé en octubre de 2015, a los tres meses quedé embarazada.


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Fue aquí, el inicio de una de las batallas más importantes que he peleado. Tuve una pérdida y fui sometida a un legrado, pero seguía sintiéndome embarazada, nos enteramos que mi embarazo había sido gemelar y un saco gestacional se había convertido en cáncer. En marzo de este año fui diagnosticada con un Coriocarcinoma, un cáncer de placenta que es agresivo y migra rápido a otras partes del cuerpo, se me detectó metástasis en el pulmón. Recuerdo estar sentada frente al oncólogo y escuchar el esquema de quimioterapias que tenía que recibir, fue desgarrador.

  

En junio, terminé con mis quimioterapias… Habían eliminado el 60% del tumor en mi útero. En septiembre, en mi chequeo, se comprobó que la lesión había desaparecido. En medio de la recuperación, me tocaba mi control de mama y aparecieron lesiones sospechosas en ambos senos, fui sometida a dos operaciones más.

Como la cirugía fue bastante agresiva no necesité otro tratamiento, pero mi recuperación tomó el doble de lo esperado, pues uno de los senos se infectó. Este año, recién diagnosticada de mi segundo cáncer, creamos junto con mi esposo la página “Todos Somos Mireya” en Facebook, para generar conciencia acerca de este cáncer, uno de los más agresivos que hay.

Ahora tengo más de 10,000 seguidores. Cada día recibo mensajes de cómo mi proceso ha ayudado a otras mujeres o familias a prepararse para lo que viene. Cuando me enteré que iba a perder el cabello contacté a la Fundación Edificando Vidas, tratando de adquirir pelucas o gorros que hicieran un poco más liviana mi carga.

Ahí he conocido grandes guerreras y he aprendido cómo ayudar a otros que enfrentan esta lucha… Dios, su misericordia y su amor, me tiene en pie como instrumento, para ser de bendición a más mujeres que comienzan esta lucha.