México deporta bebés y adolescentes salvadoreños

A los niños deportados no les queda más que volver a los sitios de donde salieron huyendo de la violencia

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Foto Por Lilian Mart??­nez

Por Lilian Martínez

2016-10-19 12:30:00

Con 230 salvadoreños repatriados desde México por día, entre menores de edad y adultos, el Centro de Atención al Migrante en La Chacra parece un hormiguero. Así es cada martes y viernes, cuando se recibe a los menores de edad, acompañados o no, que han sido detenidos en territorio mexicano.

La estancia de una semana en los centros de detención del Sur de México y el viaje de 12 horas deja agotados a lo repatriados; tanto que cuando entran en fila india a las remodeladas instalaciones de La Chacra, adultos y niños parecen arrastrar los zapatos.

En la misma sala donde el Secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos,  Jeh Johnson, recordó el 19 de mayo que las fronteras de ese país “no están abiertas a la migración irregular”, los retornados reciben un desayuno de manos de miembros de una iglesia evangélica y se sientan a la espera de instrucciones.

Rápidamente, una funcionaria de migración les da la bienvenida y les explica el procedimiento a seguir antes de que abandonen el recinto y vuelva a los caseríos, barrios y colonias que intentaron dejar atrás.

Adultos y adolescentes no acompañados son entrevistados por agentes de migración en cubículos individuales. Quien lleva consigo un documento de identidad, lo presenta. Con esa información y en base a una entrevista se indaga: nombre, domicilio, motivo del viaje y destino. Además, se averigua si viajaban solos o acompañados, cuándo los detuvieron en México, si alguno de sus derecho fue violado y si recibieron atención consular.

Los adultos pasan a la sala asignada a la PNC, donde se toman las huellas dactilares para verificar si hay alguna orden de detención pendiente.

Los niños de entre 0 y 5 años pasan consulta con un médico general, los de más edad son examinados solo si presentan algún síntoma de enfermedad.

En una pequeña sala, los menores de edad reciben una bolsa con implementos de limpieza personal y cintas para los zapatos, todo proporcionado por alguna de las ONG que colabora en el proceso.

En la sala asignada al ISNA, los menores de edad se encuentran con un salón de juegos. Una religiosa juega legos con un niño que ronda los 3 años y varios adolescentes escuchan a una joven sicóloga; a la espera de que otra los entreviste uno a uno.

Lo que se busca con terapia de grupo y entrevistas es conocer el estado emocional de los niños y adolescentes.

En palabras de la sicóloga del ISNA, Nery Barahona, los menores de edad llegan con un grado de ansiedad elevado: “Algunos vienen decepcionados, sobre todo en el momento en el que saben que no pueden seguir con el viaje, porque su sueño se ve frustrado. Se nota que cuando vienen y ven a sus familiares no es tan grato, porque ellos añoraban estar allá con su mamá y su papá que están en Estados Unidos”.


 Menores de edad deportados

Menores de edad deportados desde México

En 42 meses, de enero de 2012 a junio de 2016, las cabeceras departamentales de San Salvador, Usulután y San Miguel reciben cada vez más niños y adolescentes deportados desde México. Pero el fenómeno se repite en todo el país.