Los exagentes de la Policía de Honduras, Héctor Jacinto Mendoza González, (a) Camuma, y Roberto Armando Carranza Romero, (a) Carranza, fueron detenidos esta semana en el marco de la Operación Avalancha.
El Ministerio Público los acusa de haber participado en los asesinatos de las fiscales Marlene Banegas y Olga Patricia Eufragio, quienes estaban destacadas en una sede de San Pedro Sula.
Las funcionarias fueron ultimadas el 10 de octubre de 2014. Se presume que ambas fueron asesinadas por la profesión que ejercían.
Las investigaciones han arrojado que ambos expolicías formaban parte de un grupo de sicarios que estaba al servicio de la mara Salvatrucha en Honduras.
Los dos reprobaron las pruebas de confianza que les realizó la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial, según una publicación del periódico El Heraldo.
Mendoza desertó al conocer los resultados de las evaluaciones y su compañero se retiró voluntariamente de la institución.
La Policía también arrestó por el delito de lavado de dinero a Nora Idalia Orellana Bermúdez. Ella es esposa del exoficial de Policía, Álvaro Ernesto García, quien fue arrestado en febrero, durante la primera fase de la Operación Avalancha, porque presuntamente sería un cabecilla de la MS.
Unos 40 agentes de la Policía están en la mira de las autoridades porque estarían vinculados con dicha estructura delincuencial, según una publicación de La Prensa de Honduras.
A los agentes se les señala de filtrar información a los pandilleros, darles custodia y cometer homicidios a cambio de dinero.
El mes pasado, el Diario El Heraldo reveló que 80 policías (entre ellos varios comisario e inspectores) están al servicio de la MS, según un documento del Sistema Estratégico de Recolección, Cotejamiento, Análisis y Archivo de Información que fue enviado a la Dirección Policial de Honduras.