En el marco del temor que el avance de la tecnología robótica ha suscitado con cifras reales como las expuestas en las páginas anteriores, el punto de vista académico prefiere hacer énfasis en los desafíos que implica el tema para el sistema educativo.
Para quienes están a cargo de esta tarea en El Salvador, como la viceministra de Ciencia y Tecnología, Erlinda Hándal, el avance de la robótica no es más que parte de la evolución de las sociedades que ha sucedido en el mundo desde la primera revolución industrial.
Contrario a temerle, opina que la robótica es el escenario donde cobran vida los conocimientos que llegan de forma abstracta a la mente de los niños desde un pizarrón.
Para ella, la robótica es “cómo cobra vida la matemática, cómo cobran vida los principios de la física, las leyes de electricidad, de la mecánica y cómo seleccionando algunos de estos conocimientos se ponen en función de la solución de un problema a través de la robotización de una de las actividades que solucionan un problema”.
Uno de los docentes investigadores a cargo del Instituto de Investigación e Innovación en Electrónica de la Universidad Don Bosco, Mauricio Gómez, coincidió con la funcionaria: “No es que le vamos a quitar el trabajo al humano, lo que vamos a hacer es quitarle las tareas complicadas, las peligrosas, donde tengan que ver químicos, explosivos, tareas donde haya que hacer mucho esfuerzo mecánico. Hoy en día, imagínese que alguien que arma cajas, pasa todo el día armando cajas, ¿cómo terminan esas articulaciones?”, observó Gómez.
El investigador agregó que “no se trata de desplazar al humano, sino de capacitarlo para que desarrolle nuevas tareas y que tenga un empleo mejor remunerado. La idea es dignificar su trabajo y capacitarlo para que desarrolle nuevas tecnologías, nuevas funciones y que pueda supervisar operaciones robóticas”.
La misma Federación Internacional de Robótica (IFR, por sus siglas en inglés) advierte que la próxima generación de robótica colocará al mundo en la cúspide de un nuevo aumento de empleos, luego de que un millón de robots industriales que están funcionando en la actualidad han sido directamente responsables de generar tres millones de puestos de trabajo.