El precio de los bonos de El Salvador se ha recuperado y el Gobierno se ha librado de pagar una mayor tasa de interés para atraer inversionistas. Los analistas del sector coinciden en que el costo de las medidas gubernamentales no ha sido mayor, gracias a que la agencia Standard & Poors no rebajó más la calificación de riesgo del país. También ayudaron las expresiones de los partidos opositores de retomar el diálogo por un pacto fiscal. Ambos ingredientes calmaron el nerviosismo de los “brokers”, volvieron a comprar los bonos estatales y el precio se recuperó.
Mientras duró la confrontación entre ambos bandos, durante la semana del 13 de octubre, el Gobierno debió ofrecer mayores tasas de interés para renovar el apetito de los compradores. Las tasas aumentaron de 5.9% a 7.7% en la curva de notas estatales. (Ver tablas).
Los bonos bajaron de precio a principios de octubre ante la “declaración de estado de emergencia”, la posibilidad de un “default” y la reforma al fideicomiso de las pensiones privadas, para pagar con títulos la deuda del Gobierno a las AFP.
Fueron señales suficientes para que los inversionistas retiraran sus órdenes de compra de bonos estatales y el precio de estos se vino abajo, con valores que antes de las declaraciones y las medidas se situaban en cerca de 105%, para caer en niveles cercanos al 93%. Para los entendidos en el mercado bursátil, en menos de dos semanas, el Gobierno ahuyentó a los inversionistas que le inyectaban dinero a sus arcas.
El Ministro de Hacienda reveló que las medidas tomadas fueron tácticas de presión para que la Asamblea Legislativa apruebe una emisión de $1,200 millones en bonos y se reforme el Sistema de Ahorro para Pensiones (SAP).
Lo que está haciendo el Gobierno, dijo, es “llevar a las cuerdas al país entero, para que comprendan el problema de pensiones”. El Ministro se refirió a la jubilación de los burócratas que pretende que sigan pagándose con los ahorros que los cotizantes de las AFP invierten en el mercado bursátil.
Reacciones adversas
Para algunos analistas económicos, el problema es que cuando el Ministro de Hacienda “presiona la cuerda”, no sólo aprieta a los políticos de oposición, sino también su propio cuello: ahuyentó a los inversionistas e incomodó a los países donantes.
El ex Ministro de Hacienda, Manuel Hinds, ha puesto el dedo en la llaga, al cuestionar al actual titular sobre dónde está el dinero que recauda, ya que entre septiembre 2015 y agosto 2016, ha recibido $5,448 millones, 41% más que el año anterior, suficiente para pagar deudas y pensiones estatales, sin tocar los ahorros de las AFP. En cambio, la deuda del país llega a casi 65% del PIB.
Samuel Quiros, quien tiene más de treinta años de experiencia en banca de inversión y mercados de capitales, considera que la crisis fiscal, combinada con un percibido riesgo de refinanciarse, sólo contribuye a encarecer los costos del Gobierno para obtener dinero.
“El Gobierno tiene los niveles de deuda de corto plazo mas elevados de su historia y eso estresa mucho la percepción de los inversionistas”, añadió Quiros, socio ejecutivo de The Network Co., un banco de inversión regional.
Existe el riesgo, añadió, de que el Gobierno no consiga los recursos que necesita entre más improvise el manejo de la deuda.
“El problema es que si la aprobación de la emisión de los bonos no esta acompañado de una reforma fiscal creíble para los mercados financieros, aunque la aprueben, no les van a dar la plata. Esto se llama riesgo de refinanciamiento”, señaló.
El 11 de octubre, la embajadora de Estados Unidos, Jean Manes, advirtió que “cada vez es más difícil” mantener la ayuda financiera para El Salvador, debido a la falta de acuerdos para manejar la crisis fiscal.
Estados Unidos, junto a los países donantes, como Alemania y España, presentaron un estudio en el que diagnosticaron que gran parte del desorden financiero del país está en el manejo “endémico” de la emisión de Letras del Tesoro (Letes) para financiarse.
El estudio recomienda al Gobierno ajustar el presupuesto de 2017, que sea congruente con base a gastos e ingresos y que haya asignación con base a resultados.
Entonces, los partidos y el Gobierno se sentaron a negociar la aprobación de los $1,200 millones en bonos, pero a cambio de ordenar la casa.
Mejores precios
El resultado se reflejó en la Bolsa de Valores, donde en la semana del 20 de octubre, los precios de los bonos estatales comenzaron a recuperarse y las tasas de interés comenzaron a bajar. Las notas 2041 que valían 96.8%, subieron a 101.5%. Las notas 2025 valían 95.9% y subieron a 98.5%. (Ver tabla).
Rolando Duarte, presidente de la Bolsa de Valores, explicó que esta recuperación se debe a que los inversionistas percibieron señales positivas sobre mejorar las finanzas del Estado.
Incluso, cree que no sería complicado colocar los nuevos bonos. “Si el mercado percibe que habrá arreglo, entonces, posiblemente haya un costo menor de colocación de esos bonos”, señaló Duarte.
En cambio, comparó, si se complica la situación, la prima de riesgo seria más alta, y el Gobierno tendría que pagar una tasa de interés mayor.
Sin embargo, Duarte considera que el mercado percibe por el momento, señales confiables. Por ejemplo, los depósitos de los bancos han crecido de $532 millones y el crédito ha aumentado $690 millones, de septiembre 2015 al mismo mes de 2016. Las tasas de depósitos también se mantienen y significa que hay una percepción favorable, dijo.
César Córdova, presidente de la Asociación Salvadoreña de Intermediarios Bursátiles (ASIB), coincidió con el presidente de la BVES. Los inversionistas están tranquilos y a la expectativa de las señales fiscales y económicas del Gobierno y los partidos. Por el momento, comentó, la degradación de Standard & Poors fue de “B+” a “B”, y no siguió cayendo. Si hubiera llegado a “B-”, probablemente el precio de los bonos estatales sería menor, ya que este es el límite de las calificaciones de riesgo de calidad débil, comentó Córdova.
Habrá que esperar a ver qué pasa en los próximos días.