Existen muchos ejemplos de parejas en las que ambos son empresarios. Si ese es tu caso, debes saber que el proyecto sentimental y conyugal tiene que convivir en armonía la viabilidad de las empresas de cada uno. Una situación que puede afectar a la convivencia. En tal caso, ¿cómo gestionarla de la manera más razonable?
A pesar de las dificultades obvias, como la falta de tiempo o de unos horarios regulares, hay también ventajas. Incluso algunas sinergias muy enriquecedoras. Depende de las personas y, sobre todo, del tipo de empresas.
Estos son algunos consejos que se pueden tomar en cuenta:
1. ¿Demasiadas exigencias?
Uno de los mayores inconvenientes tiene que ver con la dedicación intensa que el empresario debe ofrecer a su negocio. Si estás contratado por una empresa, normalmente sales por la puerta y te olvidas hasta el día siguiente, pero cuando creas tu proyecto te vas a casa con los problemas puestos.
Es muy difícil desconectar y separar la vida privada de la empresa. Sobre todo en los comienzos, en que ésta ocupa casi totalmente tu vida.
A la dificultad para desconectar se suma el hecho de que el empresario no suele tener un horario. Por mucho que uno disfrute y se identifique con su trabajo, existe el riesgo de descuidar el tiempo libre y eso hay que cuidarlo.
2. Pactar las tareas
Peor solución tiene en la mayoría de casos el reparto de las tareas domésticas, cuando ambos andan, por igual, escasos de tiempo. Si además llegan los hijos, no queda más remedio que establecer nuevas reglas.
Esta dificultad para arañar horas al día se hace extensiva a las vacaciones, supeditadas por las puntas de trabajo de las respectivas empresas. Entregas de pedidos y cierres de proyectos hacen que los viajes de placer se acaben disfrutando cuando buenamente se puede.
3. Ventajas dobles
Está claro que nadie comprende los problemas de un empresario tan bien como otro empresario. Aunque la otra persona no desarrolle tu misma actividad, sí que está en el mismo juego. Además, quienes comparten el gusto por la empresa suelen compartir otros rasgos, como la independencia, la inquietud de espíritu y una cierta ambición que les pueden ayudar a entenderse.
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Muchas de las barreras de conciliar empresa y pareja podrían interpretarse al mismo tiempo como ventajas. Si bien es cierto que no tener un horario laboral definido provocará que el trabajo invada la vida privada, también permite no tener que dar cuentas cuando se quiere ir al banco, al médico o a reuniones escolares.
Un empresario tiene bastante más libertad que quien trabaja por cuenta ajena, puesto que puedes organizar tu tiempo.
4. Nuevos puntos de vista
La convivencia de dos empresarios bajo un mismo techo te ayuda, además, a contar con otro punto de vista sobre tu trabajo. Como en cualquier pareja, pero con el valor añadido de que el consejo proviene de un profesional.
Si algo te preocupa o si estás muy ilusionado con ello, lo compartirás con la pareja, y cada uno puede dar su visión desde la perspectiva de lo que gestiona. Yendo un paso más allá, si las actividades de ambas compañías son complementarias, es frecuente que lleguen a producirse sinergias. Por ejemplo, la experiencia de tu media naranja te puede servir para abordar nuevos nichos de mercado, contando por adelantado con un know how de primera mano.
5. Aprende a conciliar
A la hora de planificar tu actividad es importante que tengas siempre bien presente la agenda profesional de tu pareja. Este consejo te ahorrará muchos dolores de cabeza. Si los primeros años de una empresa suelen ser los de mayor carga de trabajo, no convendría, por ejemplo, que ambos se lanzaran a la vez a abordar nuevas iniciativas o negocios. En esa línea, es habitual que muchas parejas de profesionales (al igual que el resto de población) retrasen la paternidad, previendo que tendrán más tiempo para los hijos cuando sus proyectos empresariales estén asentados.
Por último, si no puedes escoger las circunstancias, pero sin embargo notas que a tu día le faltan horas, lo más conveniente es recurrir a ayuda externa, alguien que te eche una mano en las tareas de tu empresa o, más habitualmente, en las domésticas.
6. El FODA de la pareja
Sin duda la agenda de un empresario no es la más adecuada para compaginar pareja y negocio. Si eso ocurre por partida doble, la dificultad aumenta.
Sin embargo, conviene tener la cabeza fría y analizar la vida doméstica con la misma lógica positiva que emplearíamos en el negocio. Cada amenaza para la convivencia puede verse como una oportunidad y cada debilidad como una fortaleza:
Fortalezas
-Libertad para organizar nuestro tiempo
-Pasión por el proyecto que se realiza
-Ingresos por partida doble
-Suma de talentos y habilidades dentro del hogar
Oportunidades
-Poder realizar gestiones personales y disfrutar de permisos y vacaciones en el momento que se desee
-Compartir los proyectos y trabajos con alguien de gustos similares
-Recursos suficientes para contratar ayuda para el cuidado de la casa e hijos
-Posibilidad de generar sinergias y colaboraciones en futuros proyectos
Debilidades
-Carencia de un horario definido
-Dificultad para desconectar
-Falta de tiempo para las obligaciones domésticas
-Exceso de independencia y riesgo de egocentrismo
Amenazas
-Invasión del tiempo libre por parte de la actividad de la empresa
-Descuido de vida social, amistades, etc.
-Desacuerdos y discusiones por el reparto de tareas
-Competencia dentro de la pareja, inflexibilidad en la convivencia
Retomado de emprendedores.es