Alumnos reciben clases en el patio por falta de aulas en Sonsonate

La institución, que tiene 25 metros de ancho y 50 de largo, funciona en la zona verde de la comunidad.

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Los alumnos reciben clases en el patio del Centro Escolar Profesor Jorge Alfredo Mendoza, Sonsonate.

/ Foto Por Cristian D??­az

Por Cristian Díaz / comunidades@eldiariodehoy.com

2016-10-27 3:00:00

SONSONATE. El Centro Escolar Profesor Jorge Alfredo Mendoza, en la colonia Villa Lilian Número 6, en Sonsonate, imparte clases desde hace 21 años y no tiene una infraestructura adecuada porque el terreno donde se encuentra no está a nombre del Ministerio de Educación, lo que ha dificultado la construcción de aulas pedagógicas, entre otros beneficios académicos.

Desde el año pasado y hasta el 2,020 está vigente una ley especial que faculta al Ministerio de Educación tramitar la posesión legal de los terrenos donde funcionan las escuelas.

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Tiene dos salones de ladrillo y otros tres de lámina y la incomodidad que enfrentan los alumnos es evidente desde afuera de la institución, ya que solo está rodeada por malla.

Son las 2:00 de la tarde de un martes de octubre y 11 alumnos de sexto grado se han acomodado bajo un árbol de laurel para recibir su clase de lenguaje.

Su maestra, Dora María Cartagena, relató que lo hacen porque el aula donde deberían de estar no cuenta con ventilación. Aunque es de ladrillo, el calor es insoportable para los estudiantes.

“Por el sudor, los alumnos hasta mojan los cuadernos cuando se apoyan para escribir”, dijo la docente, mientras forma un círculo para dar la clase.

La falta de infraestructura obliga a que la misma aula sea ocupada para guardar instrumentos musicales, vestimenta que ocupan en actos culturales, alimentos e, incluso, tres computadoras de escritorio que poseen.

La tierra en el patio está compactada debido a las últimas lluvias; pero en el verano deben de soportar las polvaredas que se generan. Mientras que cuando llueve se ven obligados a permanecer en el salón de clases para evitar mojarse.

“Me parece estar aquí (patio) por el calor”, dijo la alumna Susana M., de 12 años, mientras la docente preguntaba sobre gentilicios y la escritura correcta de algunas palabras.

La directora de la institución, Teresa Montenegro, expresó que han perdido la oportunidad de ser beneficiados con proyectos de construcción porque los cooperantes les piden escrituras del terreno, ya que no edifican en áreas privadas o que no están legalizadas.

Un proyecto que elaboró la escuela consigna que requieren de $100 mil para la construcción de cinco aulas, bodega, cocina y la dirección.

La falta de instalaciones adecuadas también ha generado una disminución en la matrícula de alumnos. Actualmente atienden a 180 estudiantes desde parvularia a 9o. grado, cuando hace tres años sobrepasaba de los 300.

Montenegro expresó que los padres de familia optan por matricular en otras escuelas a sus hijos para garantizar su seguridad ya que la institución no cuenta con muro perimetral y todo lo que ocurre en la institución se observa desde la calle.

La misma está en una zona de alta incidencia delincuencial en donde, con frecuencia, se escuchan balaceras. La escuela más próxima está a dos kilómetros y medio.

“Muchos se van para allá porque es una escuela cerrada, la gente busca la seguridad”, dijo la directora.

El presidente de la Asociación de Desarrollo Comunal (Adesco), Edwin Castillo, expresó que dentro de la directiva ya han contemplado cambiar de lugar el centro escolar; pero no es viable porque, a futuro, no podrían realizar ampliaciones debido a que las áreas disponible son más pequeñas que la actual.

Además, valoraron que actualmente tienen cerca dos canchas, una de fútbol y otra de baloncesto, que son ocupadas para las clases de educación física.