WASHINGTON. “¡Por supuesto que hay fraude electoral en gran escala el día de las elecciones y antes! ¿Por qué niegan los dirigentes republicanos lo que sucede? ¡Qué ingenuos!”, tuiteó ayer Donald Trump.
Esas afirmaciones del candidato republicano, sin presentar pruebas, desataron ayer una polémica no solo con los demócratas, sino también con los mismos republicanos.
Trump lanzó varios tuits ayer por la mañana contra su partido, las mujeres que lo han acusado de acoso sexual, la prensa y el vicepresidente Joe Biden, con lo cual interrumpió una jornada relativamente calma en la campaña y justo el primer día que iniciaron las votaciones anticipadas en varios estados.
Además, se produjo en momentos que los republicanos están bajo presión para rechazar las afirmaciones de su candidato de que las elecciones están “amañadas” a favor de Clinton. Existen temores crecientes de que la retórica infundada del candidato atente contra la confianza pública en las elecciones y conduzca a enfrentamientos si pierde.
El compañero de fórmula de Trump, Mike Pence, declaró el domingo que el Partido Republicano “aceptará totalmente los resultados de las elecciones”, pero Trump replicó al hombre al que eligió para acompañarlo como vicepresidente.
Pence y otros republicanos han tratado de argumentar que Trump trata de decir que la prensa se inclina a favor de los demócratas, sobre todo al publicar denuncias de mujeres de que Trump las asaltó sexualmente.
Trump también arremetió ayer contra el líder conservador de mayor rango, Paul Ryan, por contradecir sus recurrentes denuncias de supuesto fraude electoral.
Hace una semana, Ryan, presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., rompió la tregua que mantenía con Trump y anunció que ya no hará campaña por él.
Los líderes demócratas del Congreso de Estados Unidos, el de la minoría del Senado, Harry Reid; y su par en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, defendieron ayer el sistema democrático del país, tras las acusaciones de Trump.
“El funcionamiento básico de nuestra democracia se basa en el simple principio de que al ganar o perder una elección, ambas partes aceptan el resultado”, aseguraron los dos legisladores en un comunicado conjunto.
Reid y Pelosi pusieron como ejemplo los ajustados resultados del año 2000, en los que el republicano George W. Bush ganó al demócrata Al Gore por un puñado de votos que provocaron un agónico recuento en el estado de Florida.
“Después de la elección presidencial más reñida en décadas, pusimos nuestras diferencias a un lado, aceptamos el resultado y trabajamos con el presidente Bush”, aseguraron los demócratas, quienes añadieron: “Nuestro sistema está diseñado para mantener la fe en el proceso. Es esencial que todo el mundo reconozca que el proceso es justo, incluso si a las partes no les gusta el resultado de una elección”. -AGENCIAS.