Uno de los problemas de la vida diaria es que muchas personas andan de prisa en el día a día, sin tiempo para nada… Y cuando hay tiempo para comer, lo hacen a toda prisa. Esto los lleva a una vida estresante y poco saludable.
Para que veas cómo esto afecta tu salud, hoy te contamos por qué las prisas son malas a la hora de tomar tus alimentos.
1. De acuerdo con el doctor Antonio Villarino, presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, comer lleva su tiempo, atajar es contraproducente. “La comida es un acto que requiere tiempo. El alimento tiene que masticarse bien para llevarlo triturado al interior del estómago. Cuando llega allí, las enzimas lo atacan, y si lo hacen deprisa y corriendo no trabajan bien”, explica.
2. La rapidez produce molestias gástricas. El profesional explica que el proceso de ingestión-digestión-absorción debe realizarse de forma pausada y ordenada. Si este ritmo se altera, lo más seguro es que tendrás problemas estomacales.
3. La prisa no te permite perder peso. Según el sitio zenhabits.net, algunos estudios confirman que sólo el hecho de comer más lento te ayuda a consumir menos calorías – de hecho, las suficientes como para perder 20 libras al año sin hacer o comer nada diferente. La razón es que toma al menos 20 minutos para que el cerebro registre que estamos satisfechos. De ahí que si comes rápido, puedes ir más allá del punto de saciedad. Pero si lo haces lentamente, tienes tiempo para darte cuenta de que estás satisfecho y parar de comer.
Adquirir ese buen hábito junto a una dieta balanceada es básico para tu bienestar general. —Agencias