El Salvador no tilda de “golpista” a Brasil

Michel Temer asume gobierno brasileño. Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Cuba califican situación de "golpista"

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elsalvador.com

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2016-08-31 9:49:00

Mientras Nicaragua, Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador, no dudaron en calificar de “golpe de estado” la destitución de la presidente de Brasil Dilma Rousseff, el Gobierno efemelenista de El Salvador solo ha criticado esa medida pero tomando distancia de sus aliados y no ha retirado, por ejemplo, a su embajador ni tildado de “Golpe de Estado” en Brasil.

Imágenes: Violentas protestas en Brasil por destitución de Rousseff

Eso si, el partido FMLN desde primeras horas de la tarde calificó de “golpe de Estado” la histórica decisión del Senado de Brasil, que separó a Dilma Rousseff, tras ser acusada de “crímenes de responsabilidad” por supuestamente maquillar las cuentas públicas y confirmó como su sustituto a Michel Temer, que desempeñará el cargo hasta enero de 2019.  

El FMLN tomó igual postura que Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Cuba y Bolivia.

 La decisión del Senado de ese país fue por amplia mayoría (61 senadores votaron a favor de retirarla de su cargo y 20 rechazaron la medida y cero abstenciones), y aunque Rousseff dispondrá de guardaespaldas, dos camionetas por su calidad de exjefa de estado, seguirá siendo investigada por la Justicia y podría enfrentar delitos que la podrían llevar a prisión hasta por 8 años.

En un comunicado difundido anoche, el Gobierno de El Salvador en relación al proceso de “Impeachment” -juicio político- en contra de Dilma Rousseff, expresa “su más enérgico rechazo a la manipulación política por la que se llegó a ladestitución de la Presidenta”.

Doce horas antes, el secretario de Comunicaciones Eugenio Chicas, dijo que el Gobierno de El Salvador se revisaría la relación de Brasil.

Temer ya fue juramentado como el nuevo presidente brasileño, tras ocupar el cargo de manera interina.

El FMLN condenó en un comunicado la destitución de Rousseff porque lo consideró un “golpe de Estado”.

En esa misma línea se refirieron los gobiernos de Nicaragua, Bolivia, Ecuador y Venezuela. Unos incluso anunciaron que llamarían a sus embajadores.

Estados Unidos, entre tanto, dijo que respetaba la decisión del Senado brasileño.

“El FMLN condena este golpe de Estado, porque eso es, al asumir el Congreso y el Senado una decisión que solo le compete al pueblo brasileño que votó por ella”, que es “la mujer más votada de la historia de Brasil y de todo el mundo”, aseguró la diputada Nidia Díaz, del FMLN. 

A mediados de mayo, Sánchez Cerén desconoció al entonces gobierno interino de Michel Temer, y llamó a su embajadora en el país suramericano, Diana Vanegas, para que rindiera un informe. 

No obstante, el jefe de Estado descartó en esa ocasión romper relaciones diplomáticas con Brasil. 

Varios gobiernos y organismos regionales salieron en defensa de Dilma Rousseff y del orden institucional en Brasil ante la destitución de la mandataria, que calificaron como un “golpe de Estado”, e incluso Ecuador, Venezuela y Bolivia llamaron a consultas a sus representantes en ese país.  Tras conocerse la decisión del Senado brasileño, América se dividió entre los que rechazaron la medida contra Rousseff y los que como Argentina y EE. UU. dijeron que respetan las instituciones brasileñas y expresaron su deseo de seguir trabajando con el gobierno de Temer. 

Venezuela, uno de los fuertes aliados del gobierno de Rousseff, decidió “retirar definitivamente” a su embajador en Brasil y congeló “las relaciones políticas y diplomáticas con el gobierno surgido de este golpe parlamentario”. 

El gobierno de Nicolás Maduro señaló que la destitución de Rousseff fue hecha bajo “artimañas antijurídicas bajo el formato de crimen sin responsabilidad para acceder al poder por la única vía que les es posible: el fraude y la inmoralidad”. 

Ecuador llamó a consultas al encargado de negocios en Brasil y su presidente Rafael Correa afirmó que la destitución de Rousseff es una “apología” al abuso y la traición que recuerda las “horas más oscuras de nuestra América”. 

Evo Morales, convocó a su embajador en Brasilia y condenó “el golpe parlamentario contra la democracia brasileña. Acompañamos a Dilma y su pueblo en esta hora difícil”. 

Cuba y Nicaragua también condenaron “el golpe de Estado parlamentario” contra Rousseff.—AGENCIAS