En los años de mi niñez, por los cincuenta, mi madre nos enseñó que existe el “Más Allá”, a donde algún día todos iremos después de estar un tiempo en esta tierra, porque nada es eterno y todo es temporal… Es un lugar inmenso que se confunde con el infinito, no localizable en ninguno de los cuatro puntos cardinales, ni en el cénit, el punto más alto sobre nuestra cabeza, ni en el nadir, el punto más profundo por debajo de nuestros pies atravesando el mundo y el inmenso espacio… Tampoco el Más Allá está en dirección al infinito en las coordenadas de un meridiano y un paralelo y tampoco está en ninguna nube de muchos meridianos y muchos paralelos… Aunque se trata de un lugar extraño, divino y muy lejano, si existe…
Y con el paso del tiempo y los adelantos tecnológicos, los científicos lanzaron al espacio el gran Telescopio Espacial Hubble, cuya órbita se encuentra a 553 kilómetros de la tierra y nos ha enviado y seguirá enviando, miles de imágenes de bellas galaxias con colores y sus combinaciones nunca antes vistas y cada vez más y más lejanas, a distancias inimaginables en millones de años luz…
Y como científicamente aún no llegaron al final del infinito, yo quiero seguir creyendo, que después de la galaxia más lejana, empieza el Más Allá.
¿Y que hay en el Más Allá? Para los cristianos, ahí están las almas de nuestros padres y de los seres queridos, que poco a poco se fueron despidiendo de nosotros, sus almas, el ente espiritual que se desprende del ente orgánico con el ultimo suspiro, y vuela como una pluma en el espacio, hasta que llega al Más Allá, a juntarse con los que se fueron antes y a esperar a los que nos iremos después…
La maravilla del milagro de la fecundación y después del nacimiento, es cuando se inicia la vida en esta tierra, con un primer respiro hasta el momento en que se da el último que expresado en segundos, minutos, horas, días semanas, meses y años, es el tiempo que estuvimos en la Tierra…
Si usted es creyente, en el Más Allá se encuentran los seres queridos que le precedieron, y los que antes les precedieron a ellos, esperándonos sin perder la paciencia hasta que lleguemos…
Pues sí, este martes fue el día en que nuestra querida Isabel inició su largo viaje y pronto estará junto a su padre y su madre que siempre añoró, se fue en paz de esta vida a la siguiente…
Es cierto que al irse un ser querido se forma un tremendo vacío y se llora, pero la tristeza se cubre con la alegría de los nuevos seres que vienen, que aceptándolos como el futuro de la familia, compensan las pérdidas de los que se van…
¿Cuánto tiempo se tarda en llegar al Más Allá? Nadie lo sabe, pero hoy que estamos tristes porque Isabel se fue, nuestro mayor deseo es que llegue pronto y desde allá nos ilumine para seguir sintiendo que desde el momento que llegue nos estará esperando…
Adiós, buen viaje al Más Allá, querida Isabel, no te impacientes que mientras vivamos con amor te recordaremos y después allá nos encontraremos contigo…
*Columnista de El Diario de Hoy.
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