Una nueva familia se mostró este miércoles estafada por el mismo sujeto que supuestamente alquiló una vivienda por $450 en Residencial Casa Verde en Santa Tecla, la cual, cuando quisieron ocuparla los nuevos inquilinos estaba ocupada y el encargado había desaparecido.
En esta ocasión, la víctima manifestó que a principios de febrero de este año urgían una casa y les llamó la atención una que alquilaban en una de las residenciales situadas en carretera a San Juan Opico.
“Mi esposa llamó y contactó con el propietario para ir a ver la casa. Fuimos citados para ir a ver la casa, entramos y verificamos que estuviera deshabitada, además estaba bonita”, explicó “Marcelo”, nombre ficticio para efectos de la narración.
El trato era que rentarían la residencia en 300 dólares mensuales pero que había que pagar adicional 500 dólares de depósito o garantía.
“En ese momento quisimos hacer el trato, pero cuando le dijimos que íbamos a ir donde el notario a firmar el documento y que luego nos diera las llaves, el encargado dijo que no, que nos iba a dar las llaves después”, afirmó Marcelo.
“A mi no me pareció adecuado darle la plata y que me la entregaría después, así que ya no realizamos el trato en ese momento”, agregó.
“Me pareció muy raro y no se hizo ningún negocio, pero un par de días después me llamó el señor y me dijo, ‘fíjese que ya le puedo entregar la casa, entonces hagamos el contrato, yo le entrego las llaves’, y así se hizo”, explicó la víctima.
Firmaron el contrato en San Salvador y entregaron las llaves a Marcelo. “Pero cuando yo le dije vamos a la casa para que me la entregue y que quede constancia las condiciones en que recibiría la casa, pero el señor me dijo que no era necesario”.
Su negativa aumentó la duda en Marcelo, quien entonces comenzó a filmar con su celular el momento en que se firmaba el contrato, en el que se evidenciaba al sujeto y el documento.
Al ver uno de los documentos del sujeto que respaldaba la firma del contrato, asegura el ofendido, que su confianza aumentó en un 90 por ciento, que el trato se iba cerrar sin problemas. “De hecho fue en ese momento que entregué los 500 dólares del depósito al señor”, añadió.
Minutos después los interesados salieron a la casa que acababan de alquilar e intentó abrirla con las llaves que les entregó, pero fue imposible abrir la puerta. “Fui a la vigilancia de la senda a exponer el problema y ahí me dijeron que esa casa tenía bastante tiempo de estar deshabitada”, dijo Marcelo.
“Le mostré el video que filmé a la hora de firmar el contrato y los vigilantes me dijeron que si conocían a esa persona, que había vivido algún tiempo en las residencias y daban referencia de él como un bolito (alcohólico)”, explicó la víctima.
Incluso a la salida de ese pasaje había un bar, que el supuesto estafador frecuentaba, y lo confirmó otro vecino, solo que tenía dos días de no verlo en el lugar.
En vista de no poder ingresar a la casa, habló al celular de Alvarenga pero ya no contestó. “Le mandé un Whatsapp ‘diciéndole que tenía un video de él, dos días después me llamó una señora y me preguntó: ‘¿ Cómo está eso de la casa?,’¿qué le pareció?’, ah la que ustedes me estafaron”, le contestó Marcelo.
Aprovechó para decirle que con ese vídeo de prueba había puesto la denuncia ante la Fiscalía. “La señora fingió que estaba triste y dijo que me devolverían el dinero. Yo le dije, si ustedes me regresan el dinero, cancelaré la demanda porque yo no quiero problemas”, contestó.
La semana pasada, el 26 agosto, casi siete meses después, una persona que se hizo pasar como parte de la seguridad de la colonia y que estaba investigando el caso con supuesto apoyo de la “División Central de Investigaciones de la Policía”, escribió a la víctima para preguntar: ‘ ¿usted intentó alquilar una casa en las residenciales de San Juan Opico?’. “Me preguntó si tenía el video y me pidió que se lo enviara. Le envié capturas de pantalla porque es prueba en poder de la Fiscalía”.
Marcelo explicó que Fiscalía constató la veracidad del DUI que aparecía a nombre de Joel Arnulfo Alvarenga Alvarenga y se constató que no corresponde a él sino a otra persona.
El mismo notario que creó el contrato de arrendamiento también se lo corroboró. El caso está en manos de la Fiscalía.