Salvadoreño se abre paso en el género new-age

Oz Nelson saltó de Panchimalco, a Francia y Canadá, buscando su sonido propio. En la actualidad, sus composiciones musicales están disponibles en streaming.

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elsalvador.com

Por Rosemarié Mixco

2016-09-11 11:06:00

Enemy of Rome llegó al servicio streaming el 17 de junio pasado. Es uno de los dos mini álbumes del salvadoreño Oz Nelson disponibles en Bandcamp, iTunes, Google Play, Deezer y Spotify.

Son minis, pero detrás de ambos hay una historia de pasión inmensa. 

Los sonidos concebidos por este hermano lejano que reside en Montreal, Canadá, suenan a esas melodías medievales o folclóricas europeas, que nos han erizado la piel en The Lord of the Ring, Gladiator, Braveheart o The Hobbit. 

Sí, el exalumno del Instituto Emiliani de San Salvador es amante de los sonidos melódicos, los arreglos orquestales, la sensibilidad y las emociones que generan las antiguas historias fantásticas y los mundos imaginarios. Fantasía pura.

La espiritualidad que caracteriza al género New Age atrapó a Nelson Ortiz (nombre verdadero) desde sus primeros pasos artísticos en El Salvador. “…siempre estuve buscando algún tipo de música con la que me pudiera sentir identificado de verdad y uno de los primeros géneros que descubrí y que me causó esa sensación de fascinación e identificación fue el New Age, con artistas como Enya, Kitaro, David Arkenstone, Enigma, Tangerine Dream y Vangelis…”, dijo. 

Su romance con el arte más abstracto de todos inició en su infancia, después de recibir de manos de su padre un teclado de juguete Casio PT-80, a la edad de 10 años. Era de esos que traen incluidos un cartucho de memoria con al menos cuatro melodías. 

Tras aprenderse las canciones comenzó a experimentar con los sonidos. Su primera composición nació en el jardín de su casa semi destruida el 10 de octubre de 1986. Él y su familia vivían en los Planes de Renderos, en el municipio Panchimalco de San Salvador, una de las zonas más golpeadas por el terremoto de 7.5 grados de aquel fatídico año.

“Ya no la recuerdo, pero sé que era una melodía muy sencilla con una letra que hablaba de los buenos momentos pasados con “mi amiga Paty”, escribe vía email. En realidad fue amiga y compañera de estudios de la hermana menor de Oz, quien lamentablemente murió tras caerle un muro en el trayecto de la escuela a su casa. “…mi hermana estaba muy triste e impresionada (tenía 9 años) y esa fue mi manera de tratar de consolarla y hacerla sentir mejor”, agrega. 

Sus pininos musicales continuaron junto al coro del templo católico San Antonio de Planes de Renderos, al que acompañaba tocando el órgano.También fue inscrito por su madre en un curso de música que el maestro Kiko Monterrosa impartió en almacenes Simán.

Con la adolescencia, llegaría su encuentro con el pop y el rock, años después, ya en territorio europeo, el salvadoreño se dejaría seducir por el rock sinfónico.

Ante un país sin oferta académica en artes, el joven bachiller optó por inscribirse en la Licenciatura en Comunicaciones y Periodismo de la UCA.Pero el deseo de continuar su aventura musical lo empujó a cruzar fronteras y perseguir sus sueños en París, Francia.

Trabajó muy duro para poder recolectar el dinero que necesitaba, pero fue su padre quien terminó por completar la cantidad requerida para comprar el pasaje de avión. Su novia, en aquel entonces, se le había adelantado y lo esperaba con ansias.

“En enero de 1998 en el aeropuerto Charles de Gaule de París, me reuní con ella después de pasar mas de 7 meses separados”, recuerda. Pero más allá del cambio de clima y del choque cultural que cualquier migrante enfrenta al iniciar su vida en otra tierra, Oz se enfrentó a las consecuencias de su nula educación musical. 

Reprobó los exámenes de admisión y las audiciones para poder estudiar música. Decidido a no rendirse, luego de varios fallidos intentos, se sumó a un curso de nivelación en la Universidad de Vincennes-Saint Denis. La oportunidad de estudiar llegó, aunque la finalizó con mucho esfuerzo por esa base educativa que nunca tuvo. En 2008, se graduó de Licenciatura en Artes, opción música, en la Université Paris 8, Vincennes Saint-Denis.

Sería en suelo canadiense, donde cursaría el Técnico en Producción de Audio. 

Mientras vivió en Francia, Oz formó parte de una agrupación con influencias New Age que terminó convirtiéndose en la banda de rock alternativo Kwoon. Con ellos, al principio, se presentó en bares y pequeñas salas de conciertos. Luego, participarían en festivales y espectáculos en Suiza y Bélgica.

En 2009, luego de obtener la residencia permanente en Francia, decide emigrar a Canadá, donde recibiría el impulso para trabajar más en composición.

Luego de concluir el técnico de audio, el salvadoreño tuvo el conocimiento que necesitaba para encargarse personalmente de todas las etapas de producción de música.

En septiembre de 2014, tras años de trabajo y esfuerzo, el compatriota inaugura su sitio web y su perfil de artista en Facebook, con la publicación de sus nuevas composiciones y videoclips. “En menos de dos años, he sido aceptado como miembro de la Sociedad Profesional de Autores y Compositores de Quebec, soy el compositor oficial de la música de la futura serie Enemy of Rome, he publicado dos mini álbumes y un sencillo que están disponibles en las principales plataformas de venta de música y de Streaming”.

Por si eso fuera poco, sus melodías ya suenan en varios programas de la One World Music Radio en Inglaterra. 

Para Oz Nelson la música es una necesidad, una manera de expresarse, de compartir ideas y sentimientos. Este compatriota es un orgullo nacional, cuyo romance musical a penas comienza. Esos sonidos tan suyos, llegaron para quedarse.