Desde la perspectiva de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) la inclusión laboral no es solo una obligación legal, más bien forma parte de una estrategia que agrega valor, tanto a la empresa como a la sociedad.
En este sentido, las empresas y organizaciones, como actores clave para el desarrollo sostenible, tienen la oportunidad y el reto de asumir el compromiso de ofrecer vacantes y condiciones laborales favorables hacia las personas con discapacidad, contribuyendo así a su crecimiento personal y profesional.
¿Qué es la discapacidad?
Según la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, la discapacidad es un concepto que evoluciona y que resulta de la interacción entre las personas con algún tipo de deficiencia (físicas, mentales, intelectuales o sensoriales) a largo plazo, y las barreras debidas a la actitud y al entorno, que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás.
Según la definición la discapacidad es un proceso evolutivo, no fijo, una noción relativa y variable en función del contexto y entorno y si se reducen las deficiencias, se desarrollan las aptitudes o se modifica el entorno, la situación de discapacidad cambia.
Para que pueda ejecutarse una estrategia de inclusión laboral ,para personas con discapacidad, debe existir un compromiso directivo para el establecimiento de toda iniciativa que promueva la inclusión de personas con discapacidad al ámbito laboral. Es de vital importancia contar con el respaldo y compromiso desde la alta dirección de la organización.
Además requiere una política de diversidad e inclusión, con ella las organizaciones contarán con evidencias concretas que reflejen no solamente la voluntad de incluir al sector, sino su interés de que forme parte de los procedimientos de la empresa.
También se debe establecer un comité de diversidad e inclusión, que trae consigo beneficios como el cumplimiento de la política de inclusión, con lo cual se integra diferentes áreas de la empresa, asegura el compromiso empresarial, delega responsabilidades y posibilita proceso interno de inclusión laboral.
Se debe comunicar y sensibilizar
Toda organización que se encuentre en el proceso de creación o fortalecimiento de lo establecido en su política de diversidad e inclusión de personas con discapacidad debe implementar, en primera instancia, una etapa de sensibilización en el personal e incluir dichas pautas en la forma de comunicarse, tanto interna como externamente, con sus públicos de interés.
Asimismo para poder contar con un ambiente inclusivo exitoso, las instalaciones de las organizaciones deben contar con un diseño universal que asegure la accesibilidad de todas las personas, incluyendo a quienes tienen algún tipo de discapacidad.
La norma técnica Salvadoreña (NTS 11.69.01:14) aplica y rige en aspectos sobre accesibilidad al medio físico, urbanismo y arquitectura.
Cabe mencionar que toda edificación, sea pública o privada, deberá cumplir con esta normativa, para brindar el adecuado servicio a sus usuarios con y sin discapacidad.