En el sexto piso de los Spring Studios de Tribeca, en una pasarela soleada y decorada con mucha vegetación tropical, evocando un invernadero, Lacoste se mostró rotundamente mediterráneo en sus propuestas.
Para inspirarse, el diseñador portugués Felipe Oliveira imaginó un partido de tenis en la azotea de la casa Malaparte, en Capri. Así también rindió homenaje al fundador de la firma, que era amante de ese deporte.
Además, las prendas fueron creadas para usarse de varias formas. “No creo que tenga sentido diseñar ropa que se pueda llevar exclusivamente en el trabajo o durante el fin de semana. Tampoco creo que la gente piense en esos términos”, afirmó Oliveira.
De esta manera apostó por una paleta en la que destacaron los verde oliva, amarillo intenso, coral y mostaza para una primavera verano 2017 llena de exotismo y elementos tropicales.
Entre las texturas más sorprendentes de la colección, está la tela de toalla, muy presente en los diferentes atuendos: bermudas, chaquetas y elegantes y sensuales vestidos bustier que envuelven y resaltan sutilmente la silueta femenina.
Otros recurrentes en esta colección son los abrigos e impermeables de tipo pescador y el piqué de algodón, que se apodera de túnicas cortas, vestidos largos y amplias sudaderas reversibles, con mangas retráctiles y laterales que se pueden abrir con cremallera.