El Salvador está entre los países de América Latina que tuvieron mayores tasas de crecimiento del número de hogares conectados a internet entre 2010 y 2015, según el informe ”Estado de la banda ancha 2016 en América Latina y el Caribe”, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Nicaragua, Guatemala y Bolivia, que tenían una baja tasa de penetración de internet al inicio del periódo, también están entre los que incrementaron el consumo por hogar.
Según el documento el número de hogares conectados a internet en América Latina y el Caribe creció un 14.1 % como promedio anual en los últimos cinco años, alcanzando el 43.4 % del total de los hogares en 2015, valor que casi duplica al de 2010, indica el estudio, que será presentado en la segunda reunión de la Conferencia de Ciencia, Innovación y TIC que se inaugura hoy lunes en Costa Rica.
El 54.4 % de los habitantes de América Latina y el Caribe usó internet en 2015, 20 puntos porcentuales más que en 2010, “lo que da cuenta de los importantes avances en el acceso y la asequibilidad al servicio registrados en la región en el último quinquenio” dice el documento.
En general el porcentaje de usuarios de internet con respecto al total de la población de América Latina y el Caribe creció un 10.6 % al año, entre 2000 y 2015, indica el informe.
“Esta situación permitió reducir la brecha existente con los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ya que se pasó de una diferencia de 37.2 puntos porcentuales en 2010 a 25.2 puntos porcentuales en 2015”, dice el documento.
“Hay una gran diferencia en los niveles de acceso entre los países de la región: de los 24 analizados en 2015, tres tenían una penetración de internet en los hogares menor al 15 % (Nicaragua, Cuba y Haití), quince estaban entre 15 % y 45 %, y tres entre 45 % y 56% (Argentina, Panamá y Paraguay), y solo Chile, Costa Rica y Uruguay llegaban al 60 %”.
Según el informe, el acceso a conexiones de banda ancha aumentó fuertemente en el período analizado, particularmente en la modalidad móvil, que pasó del 7 % al 58 % de la población entre 2010 y 2015.