GUATEMALA. Los alrededores del Hospital San Juan de Dios de Guatemala, donde el pasado viernes fue asesinada la portavoz del centro, viven en “un ambiente de temor”, pues después de un ataque como ese la sensación de seguridad ha disminuido, declaró ayer la ministra de Salud, Lucrecia Hernández Mack.
Esta situación ha provocado además que varias universidades, tanto públicas como privadas, suspendieran la rotación de sus estudiantes de medicina en el nosocomio al considerar que la tesitura actual no garantiza la seguridad de los jóvenes.
“Las universidades hicieron una valoración, consideraron que todavía no estaban garantizadas las medidas de seguridad y sí los retirarlos (a los practicantes) durante el fin de semana”, reconoció la funcionaria, aunque agregó que volverá a haber una reunión para que los estudiantes puedan retornar.
El Hospital General San Juan de Dios sufrió el pasado viernes un nuevo ataque, esta vez contra su portavoz, Ana Leonor Guerra, quien fue asesinada en un ataque interpretado como una represalia por la negativa de este centro hospitalario a atender a reos que son trasladados por el Sistema Penitenciario (SP) previa autorización judicial.
Según medios guatemaltecos, la periodista fue atacada a tiros por un menor de edad cuando salía de las instalaciones, situadas en la zona 1 de la capital guatemalteca.
La cartera de Salud es del criterio de que los presos deben ser atendidos dentro de los centros penitenciarios de Guatemala o bien en los centros sanitarios administrados por Gobernación y el Ministerio de Defensa porque cuentan con medidas de seguridad.
Guerra era la portavoz del Hospital General San Juan de Dios, uno de los más grandes de Guatemala junto al Roosevelt. Durante el ataque resultó herida otra mujer.
La responsable de Relaciones Públicas del Hospital San Juan de Dios, Lizeth Martínez, reconoce que ahora “todo el mundo tiene miedo”. Así, la guerra entre pandillas se ha trasladado a los centros sanitarios, dado que los traslados de los presos que necesitan atención son aprovechados por la banda rival para atentar contra los cabecillas.
Otros ataques
El pasado agosto cuatro personas, entre ellos un guardia penitenciario, murieron y otras cinco quedaron heridas durante un ataque armado perpetrado por supuestos pandilleros contra el jefe de una banda rival, que murió.
Esta misma semana, las fuerzas de seguridad frustraron otro ataque a tiros contra un pandillero en el Hospital General San Juan de Dios y arrestaron a una mujer con un arma de 9 milímetros.
El objetivo del ataque, según las autoridades, era el pandillero del Barrio 18 Osman René Coronado, apodado El Brooklyn, quien había sido trasladado a ese nosocomio para que recibiese atención.
Ante esta coyuntura, el Gobierno, a través de la Policía Nacional Civil (PNC), reforzó el sistema de seguridad en los centros hospitalarios.
La ministra pidió a los trabajadores del centro y también a la ciudadanía estar “alerta pero no en alarma”, y mantener la calma en la medida de lo posible para que los servicios se puedan seguir prestando a la población.