Luis López: “No me avergüenzo de mi pasado”

Han transcurrido más de cinco décadas desde que el rockero salvadoreño se lanzó a la música y este 16 de septiembre lo celebrará junto a sus fans.

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elsalvador.com

Por Alonso Rivera

2016-09-14 9:25:00

La música le dio fama y amigos desde muy joven. Hace ya 53 años que Luis López, el Monseñor del Rock, empezó a cantar de manera profesional. Pero a este tiempo deberá sumar los años que, muy joven, cantaba en las tertulias de esquina con sus amigos. La colonia La Rábida fue testigo de sus primeros pininos como cantante, aficionado en ese entonces.

La primer agrupación con la que cantó profesionalmente fue los Fire Fingers. Se presentaban en centros educativos, como antesala a películas que exhibían y más de una vez, de nuevo a las esquinas con los amigos.

Luego, un golpe de suerte lo llevó a ser el vocalista de Los Supersónicos, en una época en la que ya el rock era su alma musical. Con ellos grabó un disco sencillo: “Trátala bien”.

Luis siempre fue carismático, sociable, afectuoso y la fama le llegó y creció como espuma. 

“Me llamaban con frecuencia a tocar en Casa Presidencial”, recuerda al indicar que en esa época tenìa público en todos los niveles de la sociedad salvadoreña.

Luego vino una época como solista que lo llevó a cantar a restaurantes de la Zona Rosa, formó parte de la orquesta American Brass y fundo la Banda Gracias. Su afición o terquedad musical ya lo hacía aferrarse al rock de los 60, mientras otras agrupaciones seguían las tendencias de la época hacia ritmos afrolatinos.

La banda duró un año. Ya había pasado de moda esa música.

Luis volvió a su vida de solista, pero no cambió su estilo musical.

En la década de los ochenta logró grabar su disco de larga duración “Recuerde sus éxitos”, que le dio más fama. Posteriormente fue la estrella en los espectáculos de un hotel capitalino.

Tuvo que salir del país por cerca de un año y se dio cuenta de que la fama no lo acompañó. ” Fue un fracaso, no era nadie en Estados Unidos”, recuerda.

Regresó a El Salvador fracasado.  Pero de nuevo, la suerte le sonrió. Grabó otro disco, en el que su apuesta era la canción Regreso a mi patria, que tuvo buena aceptaciòn. Pero la melodía que lo devolvió a su público fue Ya vas Barrabás.

Tuvo aciertos y equivocaciones en su vida artística. pero nunca abandonó la interpretación del rock de los 60. “Por eso me llaman el Monseñor del Rock”, sonríe.

Disfrutó de cantar en famosos hoteles, de alternar con grandes grupos internacionales y de tener su propio programa de televisión. 
Pero también sufrió fracasos profesionales, los vicios lo acompañaron.

En el año 2000 fundó Ruko Rock, en Los Planes de Renderos. Y ahí siguió cantando las mismas canciones. “Llegó a ser un punto de visita obligado para los salvadoreños que venían de otros países”, explica.

Seis años después tuvo que cerrar el establecimiento. llegó a la Fraternidad de Hombres de Negocios del Evangelio Completo y con el tiempo quedaron atras los vicios. Incluso ha grabado tres discos compactos de música cristiana. Por un tiempo se alejó del rock. Pero se debe a su público y alterna su vida privada cristiana con el contacto con sus seguidores en conciertos. Y lo sigue disfrutando.

“Creí que era lo máximo, que nadie se me podía comparar. Hoy sé que hay muchos mejores”, expresa al indicar que disfruta y agradece a su público. Sabe que algunas cosas las hizo mal, pero muchas otras bien.

Su vida cristiana le enseña una frase que marca su vida: “No te avergüences? de tu pasado. De ahí te sacó Dios”.

Aún quiere seguir cantando El extraño del pelo largo, Ya vas Barrabás, Popotitos, Negro gato y muchas otras de la época de oro del rock en español. Y afortunadamente hay mucha gente que disfruta de escucharlo.

Recuerde la cita con el Monseñor del Rock es este 16 de septiembre, a partir de las ocho de la noche, en el Hotel Holliday Inn. Lo acompañará la Banda Raíces, la misma que tocaba en Ruko Rock. Las reservaciones se pueden hacer a los teléfonos 7024 4228, 7950 9152.