¿Cuál es el poder de Mauricio Funes?

¿Qué poder tendrá Mauricio Funes que, en oposición al mítico Rey Midas, todo lo que toca termina por hacerse… polvo?

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El Ministerio de Hacienda asegura que hay más de 11 mil contribuyentes con mora. Unas 112 serían empresas. 

/ Foto Por Miguel Villalta

Por Jorge Alejandro Castrillo Hidalgo*

2016-09-16 9:28:00

Mauricio Funes ganó electoralmente para el FMLN la primera presidencia de izquierda en El Salvador. Mérito innegable de ambos; astucia política del Frente que, para arribar al poder, se permitió correr con un candidato foráneo que no había sudado su camiseta, cosa inusual en un partido tan vertical como es el Frente. Lamentablemente, con sus actuaciones personales, Funes defraudó las esperanzas que habían depositado en él miles de salvadoreños, le está causando gran daño a su partido (¿?) y a la institucionalidad de El Salvador. Por algún lado se dijo en aquellos momentos que Hato Hasbún, Fabio Castillo y su entonces esposa, la señora Pignato, habían sido sus patrocinadores dentro del FMLN para conseguirle la candidatura presidencial ante la inicial oposición de los más ortodoxos. 

Públicamente se sabe que el Dr. Castillo, hombre estudiado y zahorí, aprovechó un viaje a Israel para introducir entre las piedras del “Muro de los Lamentos”, bien dobladito, un papel conteniendo sus lamentos “más sentidos”. Aparentemente alguno de ellos, si no varios, tenían que ver con el ingrato “ahijado” con quien su buena relación parece haberse roto sin remedio. Cómo estará la relación del Secretario Hasbún con Mauricio, su discípulo predilecto, no se sabe nada puesto que, del Señor Secretario, no se sabe mucho de un tiempo para acá. 

A la señora Secretaria Pignato, recientemente vivió la desagradable experiencia de estar del otro lado de la historia al enfrentar la primera audiencia preparatoria por enriquecimiento ilícito. Acudió sola, habida cuenta que su exesposo Funes consiguió asilo político exprés para él y su nueva compañera. Presumiblemente incómoda por el asunto y aturdida por la situación, al salir de la audiencia, la señora Secretaria profirió infelices declaraciones al afirmar que ella no sabía nada del pago de las deudas puesto que, “dicen que dijo”, en todos lados es responsabilidad del esposo pagar las cuentas de la mujer. Muy infortunadas palabras en boca de quien se ha presentado como abanderada de la igualdad femenina pues pone en entredicho o todo su discurso anterior o sus actuales declaraciones en el proceso. Por ello, me imagino que debe estar aún más molesta, si le cabe, con su exesposo.

Medardo González, quien luego de “reñidas elecciones” al interior del Frente se convirtió en su Secretario General por cruciales años más, es un militante de larga data y seguro hueso colorado. Hombre serio, en las entrevistas televisivas y radiales se había conducido con prudencia, seguridad y midiendo cuidadosamente sus palabras. Hasta que lo hicieron hablar de la Sala de lo Constitucional de la CSJ y de Mauricio Funes. Frente a las cámaras de televisión y ante la pregunta directa del entrevistador “¿fue un error en aquel momento?” (las declaraciones que había dado antes en relación a los lujos de Funes) se lo vio trastabillar y, evidentemente incómodo, responder “Yo creo que sí… lo voy a aceptar públicamente, no tengo por qué decir que no”. ¡Qué pena! para decirlo eufemísticamente. Y eso que no le preguntaban sobre sus más peligrosas declaraciones acerca de su recomendación a Funes para que no regresara al país. 

Al respecto, por favor, cesen de alarmarse y rasgar sus vestiduras, mejor sean francos y concedan que cualquier rábula recomendaría una salida semejante a su cliente ante casos de mucha menor relevancia. “Ándate vos y yo me ocupo de tu caso”. Pero basta dos dedos de frente para saber que tal rábula no publicaría el consejo, y menos aún si fuera funcionario público. Tarde o temprano (ojalá que temprano), por las buenas o por las malas (ojalá que por las buenas), nuestros funcionarios habrán de aprender que no pueden obrar a su antojo sino en estricto apego a lo que les mande la Constitución.

Por eso observando las cosas desde la llanura y viendo cómo, en relación a Funes, personas inteligentes actúan como lelos; personas avezadas, como torpes principiantes; y aquellas acostumbradas a manejar la opinión pública cometen errores tan garrafales me pregunto. ¿Qué poder tendrá Mauricio Funes que, en oposición al mítico Rey Midas, todo lo que toca termina por hacerse… polvo?
 

* Psicólogo y colaborador de El Diario de Hoy