Un día después de que decenas de familias salieron huyendo tras las amenazas de muerte de los pandilleros de El Cantón El Castaño, El Cimarrón y Suquiat en Caluco el ambiente que se observa no es nada alentador.
En los corredores, patios y corrales de las familias solo se observan las aves, el ganado y los cerdos que por la premura de las circunstancias no se pudieron llevar.
Un profundo silencio y el canto de las aves de rapiñas hacen eco del silencioso panorama de esos cantones donde aún hay familias que todavía no han emprendido el vuelo.
Mientras tanto, desde el viernes un grupo de policías y soldados se han ido asentar al corazón del territorio donde con gran dureza se han dado las amenazas de muerte a sus moradores, en cantón El Castaño.
En ese lugar, las autoridades han tomado posesión de una casa que pandilleros se habían tomado para desde ahí, extorsionar a los vecinos, amenazarlos de muerte si no hacen lo que ellos dicen.
La zona es peligrosa, en lo que va del año seis sujetos han muerto en enfrentamientos armados.
En el lugar, dice la Policía los pandilleros hacían lo que querían, violaban, asaltaban, tomaban a menores como sus mujeres a quienes embarazaban, todo eso, dice la PNC va a cambiar a partir de su presencia.