Periodista EDH salta 85m en bungee jumping

Nuestro periodista multimedia Eduardo Alvarenga fue parte de un grupo de 30 valientes que se lanzaron en el río "Las Cañas", en Tonacatepeque, para vivir la experiencia del bungee jumping

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Por elsalvador.com

2016-09-18 11:25:00

Durante la experiencia, la decisión y el valor se tienen, pero por más grandes que sean, todas, absolutamente todas las personas lo pierden una vez los asistentes de Guanatour’s, empresa responsable de la práctica, te empiezan a poner el arnés y demás equipo. Esa sensación es parte principal de la aventura. 

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En seguida, te suben a una plataforma de menos de un metro cuadrado, a la altura del pasamanos del puente, allí eres tú sólo frente a un precipicio que no se ve igual a cuando estás parado en la calle. 
En ese momento y lugar es donde algunos desisten o pasan hasta 15 minutos en indecisión de dar el salto definitivo.  

La recomendación principal es impulsarse de modo de alejarse de la cuerda para tener una mejor caída. 

“Si algo me sirvió para no tardarme mucho, ni dejar que el miedo ganara la batalla, porque insisto, si no la tienes no has vivido la experiencia, fue olvidarme de la altura y ver mucho al precipicio. 

Enfocarte en el equipo de seguridad y el hecho de que los accidentes son casi que improbables, ayuda y mucho”, relata Alvarenga. 

El momento esperado 

Ver el salto de otros da la impresión que es muy rápido, sin embargo, la experiencia personal no es así. 

Cuando das el salto, pasas un instante sin oír nada, de pronto una ráfaga ensordecedora te invade por toda la caída en un momento que parece ser más largo de lo que tu cuerpo esperaba. 

De cabeza, una vez han pasado los tres o cuatro segundos más largos de tu vida, empiezas a rebotar, dos, tres y hasta cuatro veces. 

Ves agua del río, cielo, árboles, el puente desde abajo y empiezas a recuperar la ubicación y poco a poco te das cuenta que sos uno más en superar la prueba bongee.