El peligro de un “default” es inminente. Si ocurre, sería la primera vez desde los Acuerdos de Paz que el país incumple los pagos de las deudas con sus acreedores.
El escenario se asemeja al de Grecia hace algunos años, cuando al no poder pagar sus compromisos, tuvo que recurrir a la ayuda internacional y solicitar “un rescate” millonario que derivó en reducción de las pensiones, fuga de inversión y de capital y una reputación de moroso que arrastra hasta la fecha.
La solución que ha propuesto el Gobierno es solicitar un “adelanto” de $71.5 millones para pagar lo que prestó anteriormente y cuyo plazo de pago vence este próximo 7 de octubre.
Pero para los economistas el problema no son ni los $71.5 millones, ni los $1,200 millones en préstamos que el Gobierno quiere para financiar sus gastos, y mucho menos los $1,000 millones en Letras del Tesoro, que rebasan el límite de la tarjeta de crédito estatal.
Para los economistas, el gran problema fiscal del país es que, pese a las dificultades económicas que registra el país, el Gobierno no presente una alternativa de largo plazo para resolver las finanzas públicas, y en su lugar sólo se concentra en resolver los compromisos mensuales, sin un plan de largo plazo y de visión futura.
El Ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, le urgió el lunes a los diputados que le aprueben un “adelanto” de $71.5 millones para pagar el capital e intereses de los Certificados de Inversión Previsional (CIP) que le sirven para darles las pensiones a los jubilados del ISSS y del INPEP.
Aunque el plazo para pagar vence el 9 de octubre, los diputados no lo apoyaron inmediatamente, previendo que Cáceres solo quiere una parte de los ansiados $1,200 que le “urgen” para todo.
A juicio del economista Luis Membreño, esta solicitud solo es un parche más que no resolverá en nada el problema fiscal que tiene el país. “No podemos seguir discutiendo los $70 millones de cada mes”. “No se necesitan parches”, enfatizó.
Lo mismo cree el economista Rafael Lemus, quien reprocha que una vez más el Gobierno esté pidiendo más dinero sin mostrar signos de responsabilidad fiscal.
“Mi interprentación es que ellos no quieren acuerdo y solo quieren llevarse el dinero por pedazos y eso es un mal acuerdo para el país. Eso es seguir con el mismo desorden y resolver el problema de iliquidez por sustos”, objetó.
Los analistas refutan que el acuerdo para un pacto fiscal que pueda dar soluciones a más largo plazo, no ha sido abordado. Desde hace dos meses, el Fondo Monetario Internacional (FMI) le urgió a Hacienda que resuelva su problema de iliquidez con una estrategia que asegure un manejo sostenible de las finanzas. Hasta la fecha, la tarea no ha sido cumplida.
El Secretario Técnico de la Presidencia, Roberto Lorenzana, así como otros diputados del Frente, se han dedicado en la última semana a acusar al partido ARENA de llevar al país a la quiebra, por oponerse a los nuevos endeudamientos.
“No les importa que no se pueda pagar a los proveedores, a los talleres de zapatos que le venden al gobierno, los pequeños productores y todos estos pagos que el gobierno tiene que hacer. Más bien están trabajando con la lógica de que el gobierno colapse”, dijo el secretario general del FMLN, Medardo González.
Pero para los economistas, es el Gobierno el único responsable de caer en un “default” o un impago. “Ellos son los que manejan las finanzas”, reiteró Membreño.
El presidente del Banco Central, Óscar Cabrera, espera que el país no caiga en un impago y que antes de eso se logre un acuerdo político.
En ese sentido, Pedro Argumedo, miembro del Departamento Económico de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), dijo que si el país cae en impago, las consecuencias afectarían sobre todo a la población y llevaría a problemas que harían retroceder hasta 40 años el desarrollo económico del país.
Los impagos provocarían un impacto social grande, entre ellos, que muchos centros escolares no concluyan el año, recorte de médicos en hospitales, vehículos de la policía sin gasolina, o que uno de cada cinco empleados formales pierda su empleo.