La superficie de hielo en el Ártico alcanzó un nivel histórico mínimo este mes, cuando llegó a medir solo 4.14 millones de kilómetros cuadrados, según información publicada por la NASA.
Esta es la segunda vez que llega a este nivel de extensión, la primera fue en 2007, desde que se tiene registro satelital.
Cada año parte del hielo del norte del planeta se derrite en los meses de primavera y verano, y vuelve a aumentar en otoño e invierno, y suele alcanzar su mayor volumen entre febrero y abril. Aunque es un fenómeno con cierta normalidad, el calentamiento global ha provocado que en 2016 el deshilo llegue a una extensión récord.
El pasado 15 de septiembre, la NASA publicó en su cuenta oficial de Twitter un video en el que se ve claramente la reducción de hielo en los últimos meses de este año.
El punto más bajo ocurrió el 10 de septiembre pasado.
La extensa cubierta de hielo del Ártico ayuda a regular la temperatura del planeta, influye en la circulación de la atmósfera y tiene impacto en las comunidades y los ecosistemas.
“El impacto del cambio climático está siendo mayor en el Ártico que en cualquier otra parte del mundo. Las temperaturas han subido en la zona el doble de la media mundial de los últimos 50 años. Estos impactos amenazan con destruir ecosistemas árticos, que ya están cambiando rápidamente”, explica la Agencia Europea de Medio Ambiente.
El Ártico tiene unos 4 millones de habitantes, entre los que hay más de 30 pueblos indígenas.
Ocho Estados (Canadá, Dinamarca/Groenlandia, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia, Suecia y Estados Unidos) poseen territorios en la región.