Fomilenio II, Are we through talking? I hope

“¿Tú también Fomilenio II”? ¿Habrás de unirte al coro de quienes cantan que aprendiendo esto o aquello van a conseguir trabajo nuestros bachilleres?

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Foto Por edhdep

Por Jorge Alejandro Castrillo Hidalgo*

2016-09-23 6:18:00

Fomilenio II ha decidido “…sembrar una semilla para que en el largo plazo, haya una universalización del inglés y de la computación. Que quien salga de bachillerato sepa de estos temas”. Son palabras de su director ejecutivo, según la nota periodística que leo. Felicito al autor de ese discurso. Dio con una elegante salida en eso de “sembrar semillas“: comunicó el objetivo pretendido y, al mismo tiempo, las dificultades que anticipan. Me temo, eso sí, que otro gallo les cantará cuando deban informar a la MCC, en mondos y lirondos números, de las acciones realizadas y de los resultados obtenidos contra las metas que se plantearon. “Why do I have to make sense?”.

La nota informa de la participación del MINED en el mismo evento: han calculado al menos dos años para que 300 profesores escogidos desarrollen capacidades élite para convertirse en capacitadores del idioma inglés. Luego vendrá –escalonado, se advierte- el proceso de capacitación de los demás docentes, (¿otros tres, cuatro años?) para que (¿solo entonces?) los escolares reciban inglés y computación. Suerte tenemos que cada niño, cada niña, cuenta ya con una Lempita (computadora). Awesome! Sumo los años y concluyo: o saben que habrá un tercer compacto o, con todo respeto, sugiero revisar las metas. “What sense is there to make unless our senses make it?”.

Imagino los problemas que pasaron para determinar el nivel de competencia que logrará la población meta (¿maestras, alumnas?) al término del compacto. Serán capaces de comprender el idioma inglés a un nivel ¿básico? ¿funcional? ¿académico? ¿Serán capaces, por ejemplo, de apreciar el poema de John Ciardi del cual tomé el título y con el que calzo cada párrafo, de traducir las instrucciones de uso de una máquina industrial o de mantener un diálogo? ¿Qué indicador tendrán para esa meta? ¿Que las maestras capacitadas alcancen un puntaje mínimo en el TOEFL? Las pruebas estandarizadas bien hechas atestiguan lo aprendido al término de un proceso. “I don’t want to make sense”.

 Sigo leyendo hasta el final la noticia y encuentro que, “con el tiempo” (¿cuándo?) van a incorporar otras enseñanzas para que los bachilleres tengan más oportunidades de encontrar empleo. “¿Et tu, Brute?” es la frase que se adjudica a Julio César cuando reconoce a Bruto entre quienes fríamente lo asesinarán a puñaladas. “¿Tú también FOMILENIO II”? habrás de unirte al coro de quienes cantan que aprendiendo esto o aquello van a conseguir trabajo nuestros bachilleres? “I want sensibly to make you…”.

El argumento, discutible desde el principio, se ha ido desnaturalizando. Empezó proponiendo que había que revisar la educación que se impartía en las escuelas, que no debía ser “libresca” ni “academicista” sino funcional: tenía que prepararnos para el trabajo. Hace medio siglo, Walter Béneke regresó del Japón y lideró una Reforma Educativa para eso, los “bachilleratos diversificados”. Nuestro actual Señor Presidente, maestro recién graduado entonces, lideró una huelga “porque era una reforma venida de fuera”, según sus palabras en el libro del que se dice autor. “…because anything else is nonsense and…”.

Ahora se acepta con facilidad que: todos debemos ser educados para el trabajo; todos debemos recibir la misma educación; el sistema educativo debe acercarse a las empresas para identificar sus necesidades y ¡conclusión inevitable! el país no avanza porque el sistema educativo forma tan mal a los jóvenes que no consiguen trabajo cuando salen graduados. ¡Bendita lógica la que culpabiliza solo al sistema educativo de las fallas endémicas de los sistemas económico, productivo y político! “…What sense is there in that?”. 

La calidad de nuestra educación debe mejorar. Pero argumentemos válidamente: que miles de compatriotas no encuentren trabajo se debe a que ¡no hay plazas de trabajo! Y eso es más responsabilidad de los Ministerios de Economía, Agricultura, Trabajo, Relaciones Exteriores, PROESA y otros que del MINED. 

Señalo algunas de las dificultades que enfrenta quien se hace responsable de planear y liderar un proceso educativo de tal envergadura. Poco menos que encargar a Rowlan llevar “una carta a García”, (guguléelo, le va a gustar). Y esta es solo una de las tareas que tendrá que hacer el muy estimado William para los próximos años. ¡Que los mejores vientos hinchen sus velas!

*Psicólogo y colaborador de El Diario de Hoy