¿Cómo cambió la economía de un grupo de arquitectos?

La historia del proyecto de sostenibilidad de cuatro arquitectos ecuatorianos que ganaron más que los $20 mil que se agenciaron al obtener un Lafarge Holcim Awards Latinoamérica.

descripción de la imagen
Foto Por Cortesía Holcim

Por Evelyn Machuca

2016-09-29 10:00:00

Al Borde es un proyecto dirigido por cuatro arquitectos ecuatorianos que intenta maximizar la dimensión humana del espacio a partir de los recursos mínimos. Esa visión de la arquitectura es la que los llevó a agenciarse el Lafarge Holcim Awards Latinoamérica, entregado en la cuarta edición, en 2014.

El proyecto con el que el grupo ganó la competencia, que también entrega premios a las áreas geográficas de Europa, Norteamérica, África-Oriente Medio y Asia-Pacífico, es una propuesta basada en un modelo que soluciona necesidades habitacionales y estéticas con materiales de bajo costo.

En el marco del lanzamiento de la quinta edición de los premios (2016-2018), que son realizados cada tres años, el arquitecto David Barragán, uno de los cuatro integrantes de Al Borde, ha visitado El Salvador para contar sus experiencias.

Una de las ventajas que destacó del proyecto es cómo revolucionó la economía del equipo de profesionales.

La idea lleva por nombre “Casa en Construcción” y nació antes de siquiera enterarse de que existía el concurso. Los arquitectos ecuatorianos no solo se llevaron a los bolsillo cerca de $20 mil en efectivo entregados por la multinacional Lafarge Holcim, sino que ya tienen pagada la renta de su oficina hasta mediados de 2018.

“Nosotros partimos de entender un nuevo modelo económico, nos estábamos planteando una nueva manera de vivir, una nueva manera de construir, de diseñar, y a la vez un proyecto personal”, explicó Barragán.

El trueque consistió en negociar con uno de sus clientes la intervención de una casa de más de 600 metros cuadrados de los cuales solo estaban siendo ocupados 50. Pero el cliente tenía el interés de que algún día fuera utilizada. Entonces, le propusieron reconstruir la casa sin usar mano de obra especializada ni dinero. 

Empezaban a desarrollar el proyecto cuando se enteraron del concurso.

“Cuando nosotros aplicamos a los Lafarge Holcim Awards era una idea medio ilógica: ¿Cómo es eso de que el cliente va a hacer un trueque con unos arquitectos que diseñan y construyen, y que no tienen firmado un contrato, y que después van a trabajar y a vivir allí? O sea, era solo una linda idea de rehabilitación, pero cuando se comienza a plasmar, la gente no podía entender cómo funcionaba y comenzamos a tener visitas de muchas partes del mundo para entender cómo demonios esto funciona”, relató.

A raíz de esta experiencia, Al Borde ha participado en tres bienales, en Venecia, Brasil y en Chicago, Estados Unidos. Los alumnos de arquitectura, que reciben de todas partes del mundo para realizar prácticas profesionales con ellos durante seis meses, han comenzado a replicar el modelo. A manera de ejemplo, Barragán habló de una alumna francesa replicando el modelo en la India.

El modelo es un “ganar-ganar”, destaca Barragán, porque ellos de alguna manera tradujeron la reconstrucción en la renta de su oficina-vivienda y el cliente incrementó la plusvalía de su propiedad, situada en el centro histórico de Quito (Ecuador).