Los espárragos, tomates y pepinos frescos son ingredientes crocantes y geniales para una ensalada veraniega. Pero cuando los días se ponen calurosos y las noches se llenan de actividades al aire libre, contar con una comida más ligera es una gran idea.
Una ensalada crocante pero abundante puede ser un gran plato principal, pero por lo general lo “fresco” implica andar cortando, rebanando y preparando durante mucho tiempo justo antes de servir. Sin embargo, no es el caso con esta ensalada de verduras frescas y pasta.
Yo la hago y dejo que el aderezo ácido empape toda la verdura. Es un plato que preparo en grandes cantidades y luego guardo para almorzar durante la semana. Los sabores y colores combinan bien y es una ensalada a la que puedes agregar tus propios toques especiales.
Puedes agregar prácticamente cualquier tipo de verdura, y si quieres todavía más variedad, ponle un poco de queso feta, parmesano rallado o pedazos de palta. Disfruta los sabores y las verduras frescas del verano.
La ensalada de verduras frescas y pasta
2 tazas de pasta congelada con relleno de queso (tortellini o mini ravioles)
2 tazas de espárragos frescos cortados en trozos de una pulgada
2 tazas de pepinos pelados y cortados en trozos de una pulgada
2 tazas de tomates cortados en trozos de una pulgada (o tomates cherry cortados a la mitad)
Media taza de vinagre de vino tinto
1 cucharadita de mostaza marrón o de Dijon
Media cucharadita de aderezos italianos
Media cucharadita de sal de ajo
Media cucharadita de pimienta
Procedimiento: Poner a hervir agua en una cacerola. Agregar la pasta y los espárragos y hervir durante aproximadamente cuatro minutos. Colar y enjuagar con agua fría. Mezclar los pepinos y los tomates en un bol grande. Agregar los espárragos y la pasta. Batir el resto de los ingredientes en otro bol y verter sobre las verduras. Mezclar bien y dejar enfriar durante por lo menos una hora.