Un manuscrito garabateado con una exigencia indeterminada de dinero derivó a principios de junio de este año, en que en el municipio hondureño de Mapulaca, fronterizo con el municipio salvadoreño de Victoria, restringiera la circulación de personas por las calles de ese lugar, a partir de las 10:00 de la noche.
Las dos familias a las que les llegó el papel acudieron al alcalde de Mapulaca, Jaime Reyes, y este convocó a una reunión a la policía local.
Aunque a simple vista, hoy lo dice el edil, la seriedad del anónimo estaba en entredicho porque estaba firmado por la Mara Salvatrucha (MS-13) y la Pandilla 18, enemigos acérrimos, y de paso habían pergeñado una carita sonriente, a nivel municipal determinaron que lo mejor era dictar una “ordenanza municipal” para que de las 10:00 de la noche en adelante, nadie saliera de sus casas, excepto por un motivo que tendrían que justificarle a la policía.
Esa restricción comenzó el 14 de junio de este año. Medios de comunicación nacionales e internacionales no se percataron de ello hasta el 10 de julio, cuando la municipalidad dejó si efecto la medida extraordinaria.
Zonas fronterizas sin vigilancia:
Paso libre de mareros salvadoreños a Hondurashttps://t.co/xpRI0R08tU— elsalvador.com (@elsalvadorcom) 1 de agosto de 2016
Según el alcalde Reyes, el aspaviento mediático, hizo que el propio ministro de Seguridad, Julián Pacheco viajara hasta Mapulaca para indagar por qué la alcaldía impuso el toque de queda, como informaban las noticias.
En Honduras, decretar un toque de queda es una atribución que le corresponde sólo al Presidente de la República, explica Reyes, el edil.
El funcionario matiza el escándalo en que se vio su municipio, explicando que no fue un toque de queda el que fue decretado en Mapulaca sino una Ordenanza Municipal la cual, según él, fue bien vista por un 95 por ciento de los habitantes del municipio.
Luego de que el ministro Pacheco se cerciorara de que no había tal toque de queda, algo bueno salió de aquella situación, asegura Reyes, pues el gobierno asignó varias patrullas del Batallón Cobra, quienes estuvieron patrullando de día y de noche por todo el municipio hasta comprobar que no había mareros salvadoreños refugiados en ese sector, como lo hicieron ver medios de comunicación.
Un paso bien vigilado
De los municipios visitados por El Diario de Hoy, es Mapulaca el que tal vez esté más protegido contra las incursiones de pandilleros salvadoreños. Eso lo dice el mismo edil.
Reyes atribuye ese “blindaje” que tiene su municipio, a que en ese sector, militares salvadoreños destacados en el paso fronterizo del puente La Integración (municipio de Victoria, en Cabañas) mantienen constantes patrullajes a lo largo del río Lempa, el cual también sirve de barrera, pues para que alguien se atreva a cruzarlo debe saber nadar.
“Hasta la raya (mitad del puente Integración) nosotros respondemos por ustedes. De ahí para allá, tengan cuidado. Van a encontrar soldados del Séptimo batallón y de los Cobras” , dijo un sargento que registró la salida del equipo de El Diario de Hoy a Honduras.
Luego de aquel “toque de queda”, según el alcalde Reyes, Mapulaca ha recobrado la tranquilidad, gracias también a que los Cobra hacen patrullajes más constantes.
Quienes escribieron aquel manuscrito, ya no volvieron a molestar a las familias a las que se lo enviaron pidiendo dinero. “Yo mas creo que era alguien que se quería pasar de vivo”, puntualiza el edil.