Pesa mucho ese gasto en más de 31 mil nuevas plazas

El patrimonio de un país no es propiedad de un régimen, una casta o un partido político, sino de la gente, en nuestro caso de todos los salvadoreños. Y como tal, ese patrimonio debe dispensarse en la forma más correcta posible. 

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por

2016-08-03 7:58:00

El llamado de personeros del gobierno a la población para “apretarse el cincho” no es justo frente al enorme gasto por las más de treinta mil plazas que Funes “creó”, según se dice, para pagar a los rojos su elección, una permanente sangría sobre la nación que además crece mes a mes
.
El Diario de Hoy publicó que desde 2009 a la fecha se han creado 31,500 plazas en el aparato estatal, tres veces más que las que se generaron en los dos gobiernos previos.

El patrimonio de un país no es propiedad de un régimen, una casta o un partido político, sino de la gente, en nuestro caso de todos los salvadoreños.

Y como tal, ese patrimonio debe dispensarse en la forma más correcta posible, evitando despilfarros, esquivando la corrupción, llenando las más importantes prioridades y de allí hacia abajo.

Las prioridades son claras, inequívocas: hay que procurar que la gente esté segura, que esté sana, que esté educada, que tenga trabajo y que además tenga razones para confiar en su futuro y el de sus hijos.

En esto el grupo en el poder está fallando, pues antepone beneficiar a sus gente, a cuidar y procurar el progreso de la población.

 Anteponer sus intereses por sobre el bien común ha llevado, entre otras cosas, al desastre del Sitramss y la destrucción de gran parte de las calles de nuestra sociedad, la que inclusive han dividido en dos.

Y no sólo la han dividido, sino que la decisión de enviar “a la diabla” un tráfico pesado a calles no preparadas para ello se dice que contribuyó a causar la enorme cárcava del Tutunichapa y la amenaza de que en los meses venideros se produzcan más hundimientos.

 Y con los hundimientos, el riesgo creciente de contaminar las aguas que la población bebe y provocar epidemias, epidemias que serán muy difíciles de combatir, no únicamente por la ineficacia en Salud, sino también por las crecientes penurias financieras del Estado, que día a día se acerca más a la insolvencia.
 

Les sobran pretextos 
para irse se paseo

 

La gran fiesta se descubre en muchas señales, entre ellas las “misiones” de tal o cual naturaleza al exterior, de gente con todo el aspecto de ser miembros de “la nueva clase”, sus mujeres y sus acompañantes.

Eso mientras hay escuelas funcionando en las más precarias condiciones y hospitales y centros de salud en la lipidia, como el hospital que se terminó pero no se pone en funcionamiento.