David Ernesto Sánchez Orellana cumpliría 21 años dentro de dos semanas, pero unos delincuentes lo apuñalaron hasta quitarle la vida, el lunes pasado.
Las primeras investigaciones apuntan a que el joven se habría opuesto a que le robaran su teléfono celular y por eso lo atacaron, informaron fuentes de la Policía.
El homicidio fue cometido alrededor de las 4:00 de la tarde en la calle Sierra Madre, en la residencial Montebello, en Mejicanos, a pocas cuadras del redondel Constitución.
Algunos allegados de David Ernesto relataron que él regresaba a su casa tras culminar su jornada laboral en un call center.
Los ladrones le salieron al paso, le exigieron el aparato telefónico y, cuando él se habría negado a entregarlo, lo apuñalaron.
Los esfuerzos de ciudadanos por auxiliarlo fueron en vano: murió antes de que pudiera ser trasladado a un hospital.
Hasta ayer por la tarde, las autoridades no reportaban captura por esta muerte.
Estudiante sobresaliente
Sánchez Orellana se graduó de bachiller, en 2013, en el instituto Ricaldone, en San Salvador.
Algunos de sus compañeros aseguran que era el menor de tres hermanos y siempre fue un alumno sobresaliente.
Muestra de ello, dijeron, es que cuando cursó noveno grado y en sus tres años de bachillerato, opción Contabilidad, se llevó los primeros lugares.
Entre sus compañeros de trabajo también había conmoción.
Algunos de ellos describieron a Sánchez Orellana como un joven con buen sentido del humor, alegre y con muchos deseos de superarse.
Los conocidos de la víctima repudiaron el hecho y pidieron a las autoridades que el homicidio no quede impune.
El cobarde asesinato del joven fue cometido en circunstancias similares al ataque en el que murió Carlos Carlos David Álvarez Rivera, de 37 años, registrado el 13 de abril del año pasado.
La víctima, quien entonces trabajaba como catedrático en la Universidad Don Bosco, fue asesinada dentro de un bus de la Ruta 101-D, en la prolongación de la alameda Juana Pablo II y la 75a. avenida Norte.
De acuerdo a las autoridades, dos delincuentes acabaron con su vida porque él se habría negado a entregarles su teléfono celular.
Sin embargo, algunos familiares manifestaron que Álvarez, quien además era miembro de la Federación Salvadoreña de Ajedrez, era una persona pacífica y que no se habría opuesto al robo.
Carlos David era hijo del legendario Carlos Álvarez Pineda, conocido artísticamente como Aniceto Porsisoca.
Por la muerte del ingeniero fueron aprehendidos dos hombres, quienes en junio pasado fueron enviados a juicio por el Juzgado Tercero de Instrucción de San Salvador.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud, publicado en julio pasado, señala que la violencia juvenil es un problema mundial de salud pública.
El organismo estima que a nivel mundial se cometen 200 mil asesinatos en el año.
La mayoría de víctimas son persona de entre 10 y 29 años, por lo que el homicidio es la cuarta causa de muerte en ese grupo de edad.
La fuente también indica que el 83 % de los jóvenes víctimas de homicidio era del sexo masculino.