SAN MIGUEL. La escultura precolombina tallada en piedra de un Chac mool, que es un dios maya, adorna la entrada del antiguo edificio del Centro Escolar Delfina.
Han pasado 86 años desde que la estructura, que es una replica de un templo maya, fue construida.
La escuela fue edificada en 1930 por un ingeniero mexicano; sin embargo, el edificio está deteriorado, razón por la que desde hace aproximadamente 15 años, fue desocupado por los estudiantes, quienes reciben clases en otras aulas construidas en el mismo predio.
El edificio posee enormes pilares de cemento, las paredes están adornadas con pinturas que fueron elaboradas a mano y que reflejan la cultura maya sobre las formas de trabajo y tradiciones de la época indígena.
Cada pared de lo que en algún momento albergó a estudiantes, está grabada con escenas de dioses e imágenes mayas.
Sus paredes externas tienen esculpidas a la altura del techo, cabezas de dioses indígenas, que muestran el valor cultural de la infraestructura.
A pesar de todos esos detalles que le dan un valor incalculable, la escuela, que es propiedad del Ministerio de educación (Mined) y que hace un año fue declarada por la Secretaria de la Cultura como bien cultural, esta en franco deterioro.
Ahora funciona como bodega y guarida de murciélagos.
El director del centro de estudios, Roberto Villegas, señaló con voz de desánimo que después de 28 años gestionando ante todas las instancias posibles la ayuda para restaurar el edificio, que es una joya arquitectónica con gran valor cultural e histórico, no ha conseguido lo esperado.
Ve lejanas las posibilidades de que el edificio se convierta en una pequeña biblioteca y museo, porque ni autoridades locales ni estatales han mostrado interés serio en hacer de ese proyecto una realidad.
“Muchas veces han venido ex presidentes, políticos, la unidad de infraestructura del Mined a medir y nos han dicho infinidad de veces que nos ayudarán a restaurar el edifico, pero hasta hoy nada se ha concretado, a pesar de que el terreno ya es del Mined”, explicó Villegas.
Reveló que el techo del edificio es el que amenaza con colapsar. De hecho, los estudiantes, que se albergan en las aulas construidas recientemente, no pueden ingresar a la antigua escuela por seguridad.
El techo está agrietado y las tormentas han dañado la madera y parte del área que fue construida con adobe. Eso es una amenaza.
Villegas comentó que probablemente las autoridades responsables han ignorado las peticiones porque se trata de una escuela ubicada en una comunidad alejada de las grandes ciudades, donde el desarrollo llega a cuenta gotas.
Nolvia Ventura, jefe del departamento de inspecciones y licencias de bienes culturales inmuebles de la Secretaria de la Cultura, aseguró que la institución conoció de la escuela Delfina en 2013.
En ese entonces realizaron una inspección que llevó a un proceso que hasta 2015 se concretó y permitió que el edificio sea considerado un bien cultural de El Salvador.
“Después de la inspección se inicio el proceso de declaratoria y se le notificó al director de la escuela y al Mined qué acciones habían que hacer en el inmueble para evitar el deterioro, que en aquél momento era poco”, sostuvo Ventura.
Explicó que el año pasado, cuando fue declarado bien cultural, notificaron al Mined y al director de la escuela el logro, pero el director les aseguró que ellos como escuela tienen pocos fondos para destinarle al antiguo edificio.
Ventura señaló que recientemente recibieron imágenes de las actuales condiciones del edificio y aseguró que el deterioro avanzó mucho desde que ellos hicieron la última revisión, sobre todo en el techo.
Reveló que, precisamente por ello, han planificado una visita de campo y harán un nuevo levantamiento de las condiciones del edificio.
Reiteró que por ley es el Ministerio de Educación el que tiene que invertir y restaurar el local, pues es el dueño legal del inmueble.
“Se le ha comunicado en reiteradas ocasiones al propietario del edificio, pero no han hecho nada y se les dieron algunas medidas a realizar para paliar el deterioro”, sostuvo la jefe de unidad, quien lamentó el descuido.
Mario Somoza, director departamental de Educación en San Miguel, sostuvo con respecto al tema que “hay que verificar si ese inmueble le pertenece al Ministerio y además hay que pedir permiso a Concultura porque es patrimonio cultural, eso es lo único que sé de momento”.
Dijo que no sabía con certeza si había recibido solicitud del director de la escuela para invertir en el edificio, porque lo que él hace es pasarla a la unidad encargada y ellos ven si hay disponibilidad.
Todo eso a pesar de que ha sido la misma Secretaría de la Cultura la que ha pedido la pronta intervención en el inmueble y que el director ha solicitado en reiteradas ocasiones que le ayuden a mejorar el histórico local.
Símbolo de la educación en El Salvador desde 1930
La escuela Delfina o La Estancia, como le conocen en la zona de Moncagua, se ubica a pocos kilómetros de la ciudad.
Está en el corazón de la antigua Hacienda La Estancia, que fue una de las principales fuentes de empleo agrícola para colonos de la zona en los años 30.
Precisamente esa prosperidad en la generación de fuentes de empleo, planteó la necesidad de dar educación a los hijos de los trabajadores y vecinos de la zona.
Por ello, Atilio Peccorini, propietario de la hacienda, decidió construir la escuela.
“A don Atilio, como le gustaba viajar mucho, en una de las salidas vio en México un templo maya y se vino con la idea de hacer una réplica acá y construyó la escuela Delfina”, rememoró el director Villegas.
Para construirla se trajo a un arquitecto mexicano que diseño el edificio con detalles que lo convierten en un inmueble único.
La esposa de Peccorini, era Ana Delfina y en honor a ella le pusieron a la escuela “Delfina”.
Corría 1930 y desde entonces, según el educador, la escuela “Delfina” del cantón La Estancia, se convirtió , gracias a su diseño y estructura, en un patrimonio cultural para los residentes de la zona.
“Las paredes están bien hechas llevan cemento, hierro y adobe, nos han dicho que en un temblor es más fácil que se caigan los nuevos salones que ese edificio, pero la verdad que el descuido y la antigüedad pueden hacer que se destruya”, dijo Villegas.
La escuela atiende 277 alumnos
El Centro Escolar Delfina atiende actualmente a 277 niños de parvularia a noveno grado. El director Villegas asegura que el bono escolar que recibe es poco y que destinan el 60 por ciento para comprar material didáctico y el 40 por ciento para tapar huecos del techo de las aulas nuevas y para hacer reparaciones menores. Reitera que no pueden pagar la restauración del antiguo edificio. Aseguró que seguirán gestionando ayudas para reparar esa joya.