“Dime con quién andas y te diré quién eres” porque de andar en la miel, algo se pega, y quien anda con lobos, a aullar aprende. Sabios dichos populares que han hecho realidad la frase de Sánchez Cerén, de designar a Venezuela como el faro que ilumina a los pueblos de Latinoamérica. Sus frecuentes viajes a Cuba, Venezuela y Nicaragua demuestran que su desdichado programa de gobierno está basado en las indicaciones que recibe de los altos dirigentes de esas dictaduras.
La dolorosa situación de Venezuela, de un pueblo que tiene hambre, al grado de pedir a otros países, un canje de alimentos por petróleo, pero se niega a aceptar la ayuda humanitaria de la ONU, hace más admirable el heroísmo de la valiente oposición, luchando desesperadamente en las calles, para lograr con el apoyo de la Constitución, un referéndum revocatorio de la presidencia de Maduro.
A pesar de los maquiavélicos intentos del gobierno para anular la Asamblea Nacional y del corrupto Tribunal Electoral, para evitar que el referéndum se realice este año, lo que permitiría convocar a elecciones tras la derrota aplastante de Maduro.
Con tácticas dilatorias pretenden atrasar el revocatorio hasta el próximo año, cuyo objetivo explica claramente el periodista uruguayo Danilo Arbilla, expresidente de la SIP, en un interesante artículo publicado recientemente en LPG, donde cita a Diosdado Cabello, proclamando ante una audiencia de militares que lo celebró alborozada: “Ya tengo la fórmula para el revocatorio. El referendo se realiza en enero, y en marzo sacan a Nicolás Maduro. Siguiendo entonces el ejercicio legal, asume el mando el vicepresidente Jorge Arreaza, quien ya en la presidencia, y en función de las normas legales, nombra como vicepresidente a Maduro. Una semana después, renuncia el presidente, y automáticamente asume Maduro nuevamente como presidente”. ¡Genial!
Y todo dentro de la Constitución, según el artículo 233, afirma muy satisfecho el capitán diputado Diosdado Cabello. No es pues de extrañar, que todas las acciones que el gobierno del FMLN está tomando para permanecer en el poder, anular a la Sala de lo Constitucional, y apoderarse de todos los poderes del Estado, es una lección aprendida de estos campeones de la traición y de la tiranía.
Esto explica que el presidente Sánchez Cerén y sus funcionarios no pierden oportunidad para viajar a Nicaragua para celebrar los triunfos de Daniel Ortega, quien está sentando cátedra para demostrar con qué facilidad se puede destrozar la Constitución y el Estado de Derecho, para convertir a Nicaragua en su finca privada, superando con creces a la dinastía de Somoza. Sus hijos están a la cabeza de los mejores negocios, de las instituciones, y la señora Rosario, el poder tras el trono, detentará la vicepresidencia, aunque para lograrlo, haya tenido que anular totalmente a la oposición, inhabilitando a sus principales representantes, para presentarse como un candidato único. Da vergüenza escuchar las frases de adhesión, que rayan en la adulación, de los funcionarios del Frente, para justificar semejantes arbitrariedades, y alabar tan nefasto sistema.
En cuanto a Cuba, a nuestros dirigentes no les ofende el clamor de un pueblo cuyos derechos humanos han sido pisoteados durante más de 50 años, y está sumido en la pobreza y en el atraso. Pero la visita al decrépito dictador, es una peregrinación obligada de nuestro mandatario, para ir a recibir las directrices para emular aquí tan fracasado modelo.
¿Qué podemos esperar los salvadoreños de este gobierno, que ya tiene quebrado al país, pero sigue insistiendo en copiar el modelo de pueblos sumidos en la miseria?
*Columnista de El Diario de Hoy.