Fernando Poma, vicepresidente de Real Hotels & Resort, estrenará su octavo hotel cinco estrellas de la marca InterContinental el propio día de su cumpleaños, el 24 de agosto. Lo hará al estilo “soft opening”, como estrategia de lanzamiento.
Considerado uno de los empresarios más influyentes de la región, y del sector hotelero, Expansión entrevistó a Fernando Poma sobre el comportamiento que este mercado ha tenido en los últimos años.
¿Cómo valora la dinámica que ha tenido el rubro hotelero en la zona, últimamente?
El comportamiento hotelero de la región ha tenido años complicados por dificultades económicas de ciertos países, y por la sobreoferta de hoteles, por ejemplo, en Costa Rica han entrado muchos hoteles de categoría media con marca internacional, y en Panamá se ha triplicado la oferta hotelera en los últimos cinco años y muchos hoteles sufren.
¿Y eso no es una oportunidad para Real Hotels & Resort?
No es oportunidad para las marcas Real porque cuando los hoteles tienen enorme presión es bien difícil. Los hoteles tiran las tarifas para lograr mantener el negocio y no hay mercado para tanto volumen de cuartos nuevos. Por eso, los hoteles para sobrevivir bajan tarifas y muchos tienen problemas financieros.
¿Qué pasa en el resto de países de la región?
En diferentes países hemos tenido nuestros retos. Guatemala es un país bastante estable de crecimiento económico. Sentimos que la oferta hotelera está bien para la demanda que existe, no sentimos que hay grandes oportunidades de tener más hoteles en Guatemala. En Honduras ocurre algo similar, creemos que la oferta satisface demanda existente. En Nicaragua este año ha sido difícil, ha bajado la demanda y Estados Unidos puso alerta sobre visitar el país. El Salvador también ha tenido una situación complicada.
¿Descartan nuevas inversiones en la región?
No los descartamos, pero, ahorita el problema de la región es que hay mucha incertidumbre y a los inversionistas les gusta proyectar a 10, 15, 20 años, sobre todo en Centroamérica del norte, porque tenemos cambios muy fuertes no sólo en las políticas de los países, no sólo en los gobiernos, las políticas fiscales, la seguridad jurídica. El inversionista busca rentabilidad y predictibilidad.
Puedes buscar rentabilidad, pero si no puedes predecir cómo va a estar a 10 ó 15 años, es difícil arriesgarse a la inversión y en Centroamérica, sobre todos en los países de la zona norte, es bien difícil predecir qué puede pasar. Entonces, muchos inversionistas se mantienen al margen, no quieren arriesgar su capital.
¿Parte de ese criterio se pudo haber aplicado con la migración del Hilton, la llegada del Barceló y del Hyatt Place?
El tema Hilton y Barceló fue una decisión estratégica y económica que Barceló quería para tener un pie en El Salvador, y seguramente poder crecer en todos los países de Centroamérica. Imagino que los dueños del Hilton vieron oportunidad en venderlo a Barceló.
El tema Hyatt es una apuesta estratégica a tener en una cadena de hoteles de esa categoría en Centroamérica, y El Salvador es pieza importante. Son Hyatt Place, una marca de categoría media.
¿Hay mercado para recibir más marcas hoteleras en el país?
Ahorita siento que lo que existe en el país es razonable para la demanda que hay, no siento que hay grandes oportunidades de meter más habitaciones en el mercado en este momento.