Padre de joven desaparecido en Zaragoza: ???Quiero a mi hijo vivo o muerto???

Han pasado 20 días desde que desapareció el joven instalador de cable

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Ficha de datos del joven desaparecido. / Foto Por ??scar Iraheta

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2016-08-19 3:02:00

A más de 20 días de desaparecido el instalador de cable e Internet en Zaragoza, La Libertad, sus padres corren de un lado a otro en busca de una respuesta pero nadie se las da.

Se trata de Albert Antony Grande Benítez, de 24 años, quien el 30 de julio desapareció de  Zaragoza, en La Libertad, poco después de a atender una falla de televisión por cable de un cliente.

Pandillas desaparecen a instalador de cable e internet en Zaragoza 

Ese día un grupo de pandilleros pandilleros lo secuestró y de inmediato exigió dos mil dólares a la empresa proveedora de servicio.

Uno de los plagiarios llamó al representante de la empresa cerca de la 1:30 de la tarde, a través del celular de Albert Antony, y le manifestó: "Queremos dos papos (2 mil dólares) y queremos que nos lo lleve a la gasolinera de Zaragoza" para liberar al técnico.

Pese a la disposición del empresario de enviarle el dinero, los pandilleros ni recibieron el pago del rescate ni devolvieron al joven Albet Antony.

Desde ese día su familia vive una pesadilla que los ha llevado a diferentes puestos policiales en Zaragoza y San Salvador, pero a más de 20 días no hay respuesta.

La angustia y la desesperación se apoderara cada día que pasa y a pesar de correr de un lado a otro no hay respuesta. Asegura que llama todos los días a la Policía y Fiscalía pero nadie le da razón de su hijo.

El progenitor afirma que desea saber del paradero de Albert Antony, no importa si se encuentra vivo o muerto, pero quiere finalizar este duro capítulo.

El 8 de agosto acudió a Medicina Legal de San Salvador y puso la denuncia, ahí le entregaron el número 567, que corresponde a la cifra de desaparecidos que iban a esa fecha.

Ese mismo día el padre del joven acudió a El Diario de Hoy para exponer su problema y para que a través de su información,  las audiencias le ayudaban a encontrar a su retoño.

Asegura que luego de ese día, un sujeto le llamó para decirle que él sabía del paradero de su hijo y que se lo devolvería; si cumplía con ciertas condiciones.

Primero le pidió que abriera una cuenta Facebook para que a través de esa vía podían comunicarse. Además pidió que le dijera cuál era el apodo de su retoño.

“Llamé a la Fiscalía y ahí me dicen que puye (presione) a los investigadores policiales y ahí tampoco me dan respuesta”, manifestó con gran angustia el padre del desaparecido.

“El sujeto me dice que quiere saber mi verdadera identidad y comprobar si soy el padre de Albert Antony, además, si hay otro hermano dentro de la empresa. Me siento abatido, no hayo qué hacer, yo lo que quiero es encontrar a mi hijo vivo o muerto pero ya no soporto esta odisea”, se lamenta el padre.

La víctima afirmó que el sujeto le dice “el perfil que tenés es falso. Yo le contesto: el falso sos vos. Me pregunta: cómo le decían en el trabajo. El sujeto cree que yo soy investigador de la Policía, me dice que él no cree en los azules. También pregunta por el apodo de mi hijo,  para comprobar que soy su verdadero padre”, relata el señor.

El sujeto que busca saber del paradero de Albert Antony, que él es un instalador de cable e Internet para convencerlo a que le dé más información de su hijo.

Sin embargo el padre de la víctima teme que el sujeto quiera obtener más información para extorsionarlo.
 
Según su Documento Único de Identidad (DUI), Albert Antony residía en la Santísima Trinidad, colonia de Ayutuxtepeque controlada por la pandillla 18, mientras que en la zona donde desapareció delinque la MS. Por eso, la familia no descarta que hayan confundido al técnico un rival.

Varios días antes, Albert Antony se libró de que pandilleros lo asesinaran en Apulo, en Ilopango, una zona a la que lo enviaron a instalar un servicio de televisión por cable.

En esa ocasión, el joven se negó a ir a esa zona por considerarla de alto riesgo, razón por la cual enviaron a otra pareja de jóvenes, la que fue asesinada, según los familiares.

En la  residencial Altavista, Ilopango, también se libró que la pandilla 18 Sureña lo asesinara. Esa esa vez sólo lo desvistieron, pero al final le perdonaron la vida.

Su angustiado padre sólo pide que le devuelvan a su hijo, ya sea vivo o muerto.