Como constantemente los funcionarios del FMLN se quejan de que no hay dinero y estamos al borde del abismo, los salvadoreños debemos exigirles una rendición de cuentas, una clara explicación del porqué de esta situación, cuando este gobierno ha recibido más recursos que ningún otro en concepto de impuestos, es el que más se ha endeudado, con mínimos porcentajes de ejecución de proyectos, con préstamos aprobados sin utilizar, por los cuales se pagan altos intereses, mientras se exige a los diputados de la oposición aprobar más deuda, acusándolos falsamente de oponerse al progreso.
El ministro de Hacienda debe explicar qué se hizo el dinero. En qué se invirtieron los millones recaudados en impuestos, que no se reflejan en la calidad de los servicios. Cuando escuelas e institutos nacionales, ya terminando el año, no han recibido recursos para funcionar al iniciarlo, y han tenido que poner de su propio bolsillo, para poder trabajar en mínimas condiciones. Lamentan los institutos técnicos carecer de repuestos para reparar sus deterioradas máquinas y darles mantenimiento. En su desesperación, el Ministro pretende apropiarse de los fondos de pensiones, volviendo al sistema de reparto, para disponer de ellos a su antojo.
¿Por qué en el Presupuesto que Hacienda presentó a la Asamblea no se incluyeron estos gastos, indispensables para iniciar el año escolar? ¿Por qué los millones destinados a Educación no llegaron a las escuelas, que siguen en ruinas? ¿Por qué, si el programa estrella del Gobierno de regalar zapatos, uniformes y útiles escolares, todavía no le ha pagado a los proveedores? Muchos debieron hipotecar su vivienda para cumplir con la fecha de entrega, con amenaza de multarlos si fallaban.
Los millones gastados en propaganda gubernamental y los shows semanales montados por el Presidente con el engaño del Buen Vivir, repiten los beneficios de los programas sociales, para sacar a miles de salvadoreños de la pobreza, cuando todos los indicadores señalan que en estos siete años del Frente, los pobres han aumentado. ¿En qué se gastaron esos millones?
La presidenta de la Asamblea debe explicar por qué derrochó más de $50,000 de nuestros impuestos en ropa y gastos varios donde se incluyen granos básicos, hilo para pesca, semillas de almendras, marañón y pistacho, a un costo de $746.58, aunque la ley señala que ese dinero debe ser utilizado para emergencias, y jamás para gastos personales. Y todavía recibe felicitaciones de altos dirigentes de su partido, por ser tan transparente y haber presentado facturas, hasta por la compra de una papaya. Con humor salvadoreño, se dice que esta fruta no era tan famosa desde la época del Chele Papaya.
El FMLN ofrece un entendimiento con la oposición, para que le apruebe los $1,200 millones, prometiendo aprobar la Ley de Responsabilidad Fiscal, pero el pueblo, harto de mentiras, espera que ARENA no vuelva a caer en el engaño, porque no van a cumplir, como en otras ocasiones aseguraron que controlarían el gasto, viviendo la austeridad, mientras el Presidente sigue creando nuevas subsecretarías, para favorecer a los pocos a quienes todavía no les había tocado nada, como el reciente nombramiento de un Subsecretario Técnico, para el Secretario Lorenzana.
Siguen exigiendo más recursos, para mal administrarlos, tras haberse burlado de las recomendaciones de organismos internacionales de que se gastaba más de lo que ingresaba. Y como ninguno de estos funcionarios va a tener la decencia de renunciar ni el Presidente los va a destituir, la única solución, es que venga una CICIES a poner orden, señalando a quienes han hecho mal uso de los fondos públicos y deducir responsabilidades.
*Columnista de El Diario de Hoy.