Esta semana se celebró el Día internacional de la Fotografía, fecha que me hizo volver a un pasado lejano, de estudiante, cuando joven, abierto a un mundo cambiante, lleno de acontecimientos agradables como también duros propios del conflicto bélico; me hizo recordar un pensador francés Roland Barthes, a lo mejor poco estudiado en la actualidad, pero que sin duda alguna marcó un parteaguas no solo para entender la fotografía sino la publicidad, la crítica literaria, la comunicación y hasta la política.
Me recordé de Barthes por una serie de análisis que hizo en su momento este maestro por excelencia que vivió entre 1915 y 1980, analizó los textos, particularmente la fotografía, incorporando el concepto del tercer sentido como una forma de entender de manera integral y profunda el mensaje.
En el texto “Lo obvio y lo obtuso” (se encuentra en internet), Barthes se plantea la existencia de un tercer nivel de sentido, a partir del análisis de imágenes del director de directores rusos, Eisenstein, en los cuales hace una distinción entre lo obvio (segundo sentido) y lo obtuso (tercer sentido), con el fin de llegar a la problemática final de un fotograma y un film.
Según los estudiosos de Barthes, tratando de resumir a vuelo de pájaro, hay un primer nivel de comunicación, el informativo tal cual; “en el que se abordan los conocimientos que se pueden obtener por los personajes, el decorado, las anécdotas, es un nivel informativo…”.
Un segundo nivel, el simbólico, el de la “significación”, donde se encuentra el simbolismo en sus diferentes niveles; Barthes lo explicaría diciendo que “se analizaría en base de una semiótica (estudio de los signos) algo más elaborado que la primera; una semiótica segunda, donde ya no se ocuparía la ciencia del mensaje, sino las ciencias del símbolo”.
Mientras que el tercer nivel es una especie de “mensaje postizo, añadido a la imagen difícilmente describible con palabras” pero que están en la imagen, en el texto; para Barthes este tercer nivel “es el de la significancia, donde se encuentra eso que está más allá de lo que nos devela el segundo sentido y que tiene la ventaja de referirse al campo del significado (no de la significación), y de conectar con una semiótica del texto…”.
El texto de Barthes, con un lenguaje rebuscado, propio de los estructuralistas de la época, se refiere en el caso de los fotogramas del famoso Eisenstein y la historia de Potemkin: el puño del personaje en primer plano devela indignación, cólera…
El segundo sentido, mucho más simbólico, aparece con las cabezas abatidas de los soldados que expresan dolor… Mientras que el tercer sentido, como un disfraz, como lo puede ser cerrar los párpados, la boca estirada y el puño sobre el pecho de una anciana… que lleva a entender, interpretar y relacionarlo con los valores, el valor, lo bonito o lo feo y desagradable.
Algunos estudiosos del tema utilizaron estas ideas para interpretar algunas fotos de los nazis, particularmente una fotografía de todo el estado mayor alrededor de Hitler… uno de los militares tenía una especie de pequeña flor, lo que permitió aplicar lo del tercer sentido, la oposición…
Hace unos días, acá en nuestro El Salvador, también ha dado mucho de qué hablar una foto del ministro de Defensa, acompañado por toda la cúpula militar, en la que se rechazó la publicación de La Prensa Gráfica sobre la pérdida de unas armas; el Ministro, además con lentes obscuros, como suele aparecer ante las cámaras últimamente, dijo que no se trataba de ninguna intimidación, sino mostrar el rechazo a la publicación noticiosa.
Sea como sea, el primer nivel de la foto es claro, un rechazo a la publicación del periódico que es interpretada como un intento de desprestigiar a la Institución; el segundo nivel, mucho más connotativo, muestra fuerza, por eso los más de 80 militares de alto grado alrededor del Ministro; y el tercer nivel, sin duda alguna, hay una sensación corporativa que pone sobre el tapete el poder y la fuerza de los militares pero a la vez muestra inconformidad ante los problemas que toca a la Fuerza Armada en los últimos meses: las graves dificultades financieras del IPSFA y las pensiones de los militares retirados, las resoluciones de la Corte Suprema de Justicia donde se deja sin efecto la ley de amnistía y ha puesto en la picota a un grupo de militares vinculados con hechos de extrema violencia y atropellar los derechos humanos durante la guerra, sin olvidar el tema de la extradición y la permanente tarea de seguridad pública, supuestamente vedada a los militares.
*Editor Jefe de El Diario de Hoy.
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