Apoyemos a quienes denuncian que la corrupción no tiene ideología

Ante la amenaza e influencia de personas que tienen la capacidad para montar este tipo de dispositivos de espionaje, es fundamental que la FGR maneje estos casos con la mayor apertura mediática posible.

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elsalvador.com

Por Carlos Ponce*

2016-08-23 7:32:00

Esta semana, la Fiscalía General de la República (FGR), en una acción sin precedentes, capturó al exfiscal general Luis Martínez. El antecesor del actual titular de la Institución es acusado de manipular el trabajo fiscal a favor de Enrique Rais, un controversial empresario que hace poco fue vinculado abiertamente al narcotráfico por un periódico electrónico y también capturado en los procedimientos de esta semana.
 
Después de los allanamientos que se ejecutaron hace algunos días en propiedades vinculadas al expresidente Mauricio Funes y su círculo familiar y de amistades, algunos reaccionaron inicialmente escépticos ante la detención de Martínez y Rais, manteniéndose reacios a acoger por completo la esperanza que otros presumían había despertado el Ministerio Público en ellos. El argumento principal de quienes se rehusaron a confiar ciegamente en las intenciones detrás del trabajo de los fiscales, era que la apertura mediática con la que la FGR ha manejado estos procedimientos es un indicio de que todo puede tratarse solo de un espectáculo, una estratagema que no conllevará una investigación técnica y seria de los delitos, sino una manipulación de la opinión pública para la consecución de objetivos ulteriores asociados con intereses particulares y mezquinos.
  
Las declaraciones de Douglas Meléndez, actual fiscal general, durante el programa de entrevistas Frente a Frente, disiparon las reservas que algunos tenían sobre los casos. Meléndez, en el tono y lenguaje sencillo y pausado que lo caracteriza, asumió posturas importantes, dio explicaciones sobre los procedimientos y reveló detalles cruciales sobre los casos que desvanecieron las dudas que algunos tenían y generó una ola de mensajes de apoyo en las redes sociales. 

Durante sus intervenciones, el fiscal fijó posiciones clave en temas sensibles. Dejó claro, por ejemplo, que la corrupción en el país es amplia y prevalente en todo el espectro político. Dijo que los políticos salvadoreños, en general, no son genuinos en su apoyo a la lucha contra corrupción porque solo quieren que ésta se concentre en adversarios políticos y, por lo tanto, auguró que la FGR no tardará en quedarse solo con el apoyo de los ciudadanos honestos. Prometió, además, que vienen muchos otros casos que, hasta la fecha, habían sido archivados, pero que existen evidencias para procesar a los involucrados.
 
Las declaraciones de Meléndez también dejan entrever el poder, capacidad e influencia de quienes se sienten amenazados por este tipo de casos. Según el fiscal, estas personas tienen el valor y los recursos para interceptar y afectar las telecomunicaciones de los jefes fiscales. Esto es grave porque sugiere la participación de otras instituciones estatales dedicadas a la inteligencia, organismos paralelos de inteligencia que funcionan fuera de la esfera gubernamental y/o organizaciones criminales sumamente sofisticadas e influyentes. 

Ante la amenaza e influencia de personas que tienen la capacidad para montar este tipo de dispositivos de espionaje, es fundamental que la FGR maneje estos casos con la mayor apertura mediática posible. Cerrar las investigaciones en la acostumbrada y abusada reserva sería un mal síntoma de que las cosas tienen algún tipo de arreglo bajo la mesa. 

Douglas Meléndez ha generado confianza y simpatía entre la ciudadanía honesta, entre los que estamos cansados de la corrupción y convencidos, como él, que ésta no es patrimonio de una sola ideología. Otros que en el pasado también han tratado de simular con discursos y posturas, como Luis Martínez, que están inmunes a las tentaciones de las presiones e influencias de los partidos políticos y los delincuentes, por lo que, para que la confianza ganada por Meléndez se mantenga, la FGR debe alimentarla permanentemente con hechos que arrojen evidencias irrefutables del abordaje técnico de la criminalidad, especialmente en los problemas delictuales que más afectan el desarrollo del país, como las pandillas y la corrupción. Los ciudadanos, además, debemos contribuir penalizando a quienes se pronuncian en contra de este trabajo.
   

*Criminólogo.
@cponce_sv