El traje color turquesa que luce actualmente el lago de Coatepeque, en Santa Ana, tiene como tras fondo una elevada contaminación que hace que las algas “verde azules” se reproduzcan en grandes cantidades, dando el atractivo color al agua, advirtió la Fundación Coatepeque.
La curiosidad por ver el agua turquesa, similar al paisaje en la costa del Caribe, ha llevado a decenas de turistas a la zona; similar dinámica a la ocurrida en septiembre del año pasado, cuando el lago, también, cambió de color, menciono Alejandro Villacorta, gerente de la Fundación Coatepeque.
Según el Ministerio de Medio Ambiente (Marn), fenómenos similares ocurrieron en 1982, 1997, 2006, 2012, 2015 y 2016.
La Fundación expuso, ayer, su preocupación ante la falta de un estudio directo de la cantidades de bacteria por litro de agua del lago.
Según el biólogo Rubén Sorto, la micro alga microcystis aeriginosa o verde azules en “grandes cantidades puede llegar a ser tóxica y dañina y afectar el hígado”.
Las algas “verde azules” o ciano bacterias son organismos microscópicos y se reproducen en abundancia en ciertas condiciones.
De acuerdo con la fundación, en el caso del lago de Coatepeque, los factores que influyen están relacionados con una mayor cantidad de actividad humana.
Por ejemplo, aguas residuales domésticas o industriales no tratados, con altos contenidos de nitrógeno y fósforos que caen directamente al lago.
También influyen las malas prácticas agrícolas en terrenos ubicados en la cuenca del lago; así como tierras sin vegetación o áridas, los cuales aportan minerales al agua, lo que aporta turbidez .
El lago de Coatepeque no tiene desagüe o flujos de salida, lo cual también es una característica que abona al crecimiento de las algas, resultado de la contaminación.
La población de algas también se incrementa debido al las alta temperatura, el PH neutro o alcalino del agua, baja turbulencia del agua por vientos menores a tres metros por segundo; de acuerdo a los expuesto por la organización.
La fundación hace un llamado “al Ministerio de Medio Ambiente para que exista un seguimiento de la calidad de agua y se realice un análisis fisico-químico de por lo menos tres veces al año para garantizar la salud de por lo menos 15 mil pobladores de los alrededores del lago y colonias del municipio del Congo y Santa Ana” que se abastecen de este.
De acuerdo con Villacorta, la periodicidad de este fenómeno es preocupante porque, se necesita hacer un estudio y saber lo que pasa con las aguas de Coatepeque y tomar acción y conciencia para tratar de resolver lo antes posible, enfatizó.
El lunes, personal del ministerio tomo muestras del agua y serán analizadas en los laboratorios de esa institución. Dependiendo de los resultados, determinarán las medidas correspondientes, aunque los especialistas recomendaron tomar precauciones como abstenerse de utilizar esta agua para consumo y esperar los resultados de los análisis para determinar otras recomendaciones.