El discurso agresivo de Donald Trump parece dar un giro inesperado. Esta semana se enfrentó a la ira de sus simpatizantes al declarar que podría cambiar su promesa de deportar a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que residen en los Estados Unidos.
Enfatizó estar abierto a algún tipo de legalización para las personas, dejando de lado su oposición radical que ha caracterizado su discurso.
Donald Trump se vendió como el candidato que “dice las cosas como son”. No obstante, una y otra vez, las posturas de Trump han oscilado, y él ha dado marcha atrás en sus opiniones ante la crítica y frente a distintas audiencias.
En el caso de las deportaciones masivas, Trump prometió deportar a los inmigrantes ilegales.
Sin embargo, en una asamblea que transmitió la noche del miércoles para la cadena de televisión Fox, Trump insinuó que podría estar abierto a permitir que permanezcan en el país, “a menos que ellos salgan del país y regresen”, dijo a CNN.
Su nueva administradora de campaña, Kellyanne Conway, describe ahora la postura del candidato sobre este asunto como: “determinada”.
EFE y NYT.