Todos en algún momento experimentamos dolores en las articulaciones y más cuando se padece artritis reumatoide (AR), pero movimientos sencillos podrían aliviar el dolor.
Simples ejercicios de flexión, estiramiento y presión pueden proteger las articulaciones. Por ello, Clínica Mayo resalta la importancia incorporar los movimientos de calentamiento y estiramiento antes de comenzar una rutina.
Realizar actividad física es tan benéfico que puede llegar a aumentar el número de glóbulos blancos en las articulaciones, eso sí, la Clínica Mayo subraya que una articulación es más vulnerable y puede sufrir mayor daño al hacer ejercicios de manera incorrecta.
En general realizar actividad física 30 minutos al día garantiza la disminución de dolor articular y la reducción de la fatiga, además mantener un estilo de vida saludable, peso corporal adecuado, hidratarse correctamente benefician el organismo.
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Y la última recomendación, pero no la menos importante, es tratar de mantener equilibrio entre el descanso y la actividad física, para que los ejercicios surtan efecto y mejore la salud.
Si has empezado a sentir dolor en las articulaciones es momento que empieces a prestarle atención, los expertos aconsejan que las molestias no deben ser ignoradas porque los daños a largo plazo pueden ser irreversibles.
Las inflamaciones son muy comunes en la AR, ante esa molestia la Clínica Mayo propone evitar toda actividad que empeore el dolor articular y si el dolor es demasiado fuerte se puede aplicar hielo en el área afectada por 10 minutos.
Por todo lo anterior te compartimos la siguiente rutina, en la que sabrás cómo incorporar los movimientos de calentamiento y estiramiento, adecuados para aquellas personas con articulaciones rígidas.
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1. Estira la mano y haz puño. Se recomienda hacer este ejercicio cuando sientas rigidez en la mano. Es muy sencillo solo tienes que mantener la mano en posición neutral, relajarte y apretar los dedos de la mano derecha, por ejemplo, luego abrir el puño y extender los dedos.
No olvides separar los dedos y mantener los nudillos rígidos. Permanece en cada posición por cinco segundos y ejecútalo dos veces al día.
2. Presiona el pulgar. Para fortalecer los músculos de la mano puedes hacer este ejercicio. Coloca tu dedo pulgar sobre una superficie plana y ahí haz presión. Los demás dedos deben estar guardados. Mantén esa posición por unos segundos y repite diez veces con cada mano.
3. Levanta los dedos. Pon una de tus manos con la palma hacia abajo y comienza a levantar cuidadosamente cada dedo y mantén esa posición por algunos segundos. Este ejercicio debes realizarlo con ambas manos, preferiblemente sobre una superficie y repetirlo en 10 ocasiones.
4. Flexiona la muñeca. Para ejecutar este movimiento debes mantener uno de tus brazos con la palma de la mano hacia abajo. Después levanta suavemente esa mano con los dedos de la otra y haz una leve presión, hasta que sientas que esa área se estira. Repite el ejercicio 10 veces.
5. Dobla tus dedos. Con la mano extendida comienza a doblar cada uno de tus dedos en dirección de la palma y quédate así por unos segundos, luego deja que regresen a su posición normal y espera antes de hacer el ejercicio con la otra mano, repite este movimiento con ambas manos.
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Una alimentación sana para proteger tus articulaciones
Para mejorar la condición de nuestras articulaciones, evitar que puedan sufrir alguna lesión con facilidad o desarrollar algún tipo de artritis es fundamental una buena alimentación que incluya todos los nutrientes necesarios.
Las proteínas que no deben faltar son las que se encuentran en los vegetales como garbanzos, espinaca y lentejas. Ellas contienen aminoácidos que permiten la regeneración de tejidos.
Los alimentos ricos en vitamina A, entre los que están la zanahoria, los tomates y el melón, sirven como antioxidantes. Asimismo los alimentos cargados de vitamina C, entre los que puedes elegir la naranja, el limón o el kiwi. La vitamina D tiene que estar en tu dieta, eso significa que puedes digerir salmón, huevos, atún y sardina, entre otros. Esta vitamina ayuda a absorber el calcio, ello evitará la deformación de los huesos.
Otros minerales admitidos para evitar los problemas en articulaciones son el magnesio, el flúor y el fósforo que se encuentran en el berro, perejil, apio, almendras, arroz integral, té, mariscos y espinacas. Finalmente no olvides tomar mucha agua, ya que ésta ayuda a lubricar los tejidos.