Riesgo en el Golfo de Fonseca por derrame de petróleo en Nicaragua

Biólogos y pescadores salvadoreños expresaron su temor ante el posible impacto ambiental en el Golfo de Fonseca. Investigadores han advertido que las costas de El Salvador y Honduras serán afectadas por derrame de petróleo. 

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Tragedia ambiental. Los daños más extensos ocurrieron en un radio de 500 metros a la redonda de la zona de la explosión. 

/ Foto Por Cortesía La Prensa Nicaragua

Por Xenia González

2016-08-22 7:55:00

La preocupación rodea al Golfo de Fonseca. Las probabilidades de que lleguen rastros de petróleo a la costa salvadoreña, provenientes de la zona del Puerto Sandino, en Nicaragua, inquietan tanto a biólogos como a pescadores artesanales de La Unión.  

El desastre ambiental en Nicaragua se originó la semana pasada, cuando un incendio en una reserva petrolera de Puma Energy culminó en la explosión de dos tanques que almacenaban petróleo. 

Según información recopilada por medios nicaragüenses, cada tanque tenía capacidad para 144, 000 barriles de combustible. 

El daño ha sido extenso en el sector de la explosión, afectando de forma directa a 166 especies de animales y cinco tipos de árboles, según reportó la ONG Centro Humbolt. 

Al mismo tiempo, hay una importante contaminación en el aire del lugar con dióxido de carbono, monóxido de carbono, dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno. 

El petróleo derramado llegó al manglar de la zona de Puerto Sandino y ha sido dispersado por corrientes marinas. 

Mientras que las autoridades de Nicaragua luchan para controlar el desastre, el Centro de Investigación del Mar, de la Universidad de Costa Rica, ha alertado que los rastros de petróleo son arrastrados en dirección nor-oeste, hacia el Golfo de Fonseca. 

El importante ecosistema costero-marino es compartido por El Salvador, Honduras y Nicaragua. El área que pertenece al país está en La Unión, con una extensión de 2, 074 kilómetros. 

Diversos estudios describen al golfo como un área valiosa, que contiene una importante cobertura de bosque de manglar donde se alberga una alta diversidad de especies, tanto marinas como terrestres. 

El estudio “Ecología Básica de los peces del Golfo de Fonseca” publicado en 2012 por la Universidad de El Salvador, evidenció la alta riqueza y abundancia que existe de la comunidad de peces en la zona del golfo.  

Los investigadores registraron 117 especies, 110 tipos de peces óseos y 7 cartilaginosos. 

Entre las más abundantes estaban las “sardinas”, de las especies Opisthonema libertate y Cetengraulis mysticetus. También había una alta cantidad de los peces conocidos como la “chopa”, “ruco queen”, y  “palometa”. 

Pero el estudio también destacó que el grupo de las “curvinas” tenía una mayor presencia, con 27 especies . Le seguían los “jureles”, las “anchoas”, los “roncadores” y los “bagres”. 

La diversidad de peces ha permitido que la pesca artesanal sea de los principales medios de subsistencia de los pobladores de la zona. 

Pero al mismo tiempo, el 91% de las especies registradas en el estudio se encuentran en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). 

Francisco Chicas, director del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMARES), dijo que, ante un derrame de petróleo, todos los organismos marinos en general, como aves, invertebrados, peces, pueden ser afectados. 

“Entre los más afectados está el plankton, que por ser la base de la cadena alimenticia puede alterar el flujo de energía a los otros niveles de las cadenas alimentarias”, expresó Chicas. 

La falta de plankton puede afectar a los peces, y si estos mueren también golpeará a las aves de la zona. 

La bióloga y ornitóloga, Jeniffer Ábrego, expresó que la zona también se reconoce por albergar una importante diversidad de aves playeras. 

En las costas de la zona y dentro del mar se han logrado observar de 100 a 130 especies de aves, muchas de ellas son migratorias. Entre las aves que se pueden encontrar en el golfo está el “ostrero americano”, Haematopus palliatus, que está en peligro de extinción en el país, indicó Ábrego. 

Además se encuentran las “fragatas”, y aves de la especie Sula, como los bobos o alcatraces patas azules y patas rosadas. Ambos tipos de aves se alimentan de peces y pueden ser afectados por el fenómeno. 

Ábrego expuso que los riesgos de un daño ambiental aumentan ya que, actualmente  comienzan a llegar al país las aves migratorias y de no encontrar alimento podrían no sobrevivir. 

“De ocurrir, la mejor opción sería que siguieran migrando, pero ellas siguen un patrón todos los años y se quedan en sus sitios de migración”. 
Chicas señaló también que, si se llega a observar presencia del derrame, la pesca artesanal podría ser afectada directamente. 

Pescadores del lugar temían ayer que los rastros de petróleo llegaran al golfo, porque se pondría en riesgo su único modo de ingresos y de alimentación familiar. 

Dijeron que  era poca la información que tenían  y pedían que las autoridades salvadoreñas actuaran para evitar problemas en la zona.
Seguimiento al derrame 

El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) descartó que hasta ayer por la tarde la mancha de petróleo haya sido arrastrada hacia la costa salvadoreña. 

La entidad informó que el punto de derrame en Nicaragua se encuentra a unos 140 kilómetros de distancia del Golfo de Fonseca. 
“Por lo que es probable que en el caso de llegar al Golfo de Fonseca no cause impactos altamente significativos”, comunicó.

Enrique Barraza, consultor ambientalista independiente, estuvo ayer por la tarde entre la isla Zacatillo y Punta Chiquirín en el Golfo de Fonseca y dijo que no se observaba mancha de petróleo, pero volverá a monitorear hoy. 

El especialista consideró que hay posibilidad de que lleguen los rastros de petróleo a las costas salvadoreñas en las mareas altas intensas que se presentan en estos días. 

Chicas advirtió que el derrame puede no llegar a las costas salvadoreñas de la forma escandalosa, con manchas negras, sino que a través de los compuestos tóxicos que se encuentran en el petróleo, conocidos como hidrocarburos aromáticos policíclicos. 
Estos son de alto riesgo para la salud. 

Una tesis para optar a la licenciatura en Química de la UES registró las concentraciones de benceno, tolueno y xilenos en el golfo. 
Investigadores de Icmares irán esta semana al lugar para tomar muestras y comparar si existe un cambio drástico en las concentraciones.