CARACAS. La alianza opositora venezolana Mesa de la Unidad Democrática (MUD) denunció ayer que el régimen de Nicolás Maduro realiza una serie de acciones que implican agresiones a sus dirigentes por miedo a la marcha convocada para el próximo jueves para solicitar que se active el referendo revocatorio presidencial.
El secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, señaló en su programa radial en la emisora privada RCR que el régimen está “absolutamente aterrorizado” y por ello ordenó el traslado del exalcalde opositor Daniel Ceballos que cumplía condena en su domicilio, a una cárcel de máxima seguridad.
Asimismo, dijo que el chavismo usa a los opositores que están presos “como rehenes para manejarlos como fichas en esta situación de desesperación”.
Señaló que como parte de la respuesta a la marcha han agredido al alcalde opositor de la ciudad oriental de Maturín, Warner Jiménez, a quien le fue dictada una orden de detención por supuestos delitos de corrupción y por “financiar” protestas violentas.
También informó que se produjo el allanamiento “sin orden judicial” a la casa del diputado opositor Lester Toledo en el occidental estado Zulia y la “agresión” contra el alcalde del municipio Mario Briceño Iragorry (estado Aragua) Nelson Guárate que también denunció un “intento” de allanamiento.
Torrealba señaló, además, que los opositores que se están movilizando a Caracas desde diferentes puntos del país para participar en la marcha también se han encontrado con obstáculos como alcabalas de miembros de las Fuerzas Armadas que han intentado detenerlos.
Torrealba dijo no tener dudas de que la del jueves será una de las movilizaciones “más grandes y majestuosas de la historia de Venezuela” y pidió que además sea “la más ordenada” y que sea capaz de mantener el control sobre “su propia indignación”.
Dijo que como “nueva mayoría nacional”, los venezolanos que se oponen al actual gobierno deben demostrar que son capaces de llevar al país a una “transición pacífica a la democracia” pues de lo contrario, demostrarían que no son alternativa “al madurismo” sino que son “apenas un madurismo de otro color”.
Aclaró que el 1 de septiembre “no va a caer el gobierno”, pero será una fecha clave para impulsar la lucha para solicitar el apoyo del 20 % de los inscritos en el registro electoral que se requieren para que se realice el referendo para revocar al régimen de Nicolás Maduro este mismo año.
Mientras, representantes de la oposición también pidieron a Naciones Unidas que envíe personal internacional para observar la manifestación del 1 de septiembre.
Una delegación encabezada por el presidente de la comisión de Política Exterior del Parlamento venezolano, el opositor Luis Florido, trasladó la solicitud en una reunión en la sede de la organización con Edmon Mulet, jefe de gabinete del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Según el diputado, si no fuese posible el envío de una misión como tal, a la oposición le gustaría que alguno de los representantes que ONU tiene ya en Venezuela pudiese observar las protestas de ese día.
Además de la observación, Florido dijo que se solicitó a ONU “la formación de una comisión en situ que conozca y verifique la gravedad de la crisis humanitaria” en el país.