NUEVA YORK. Hasta ahora las personas que deseen trabajar como conductores de uno de los taxis amarillos que circulan por la ciudad de Nueva York son sometidos a varias pruebas, y deben aprobar varias regulaciones antes de ponerse al volante, pero eso podría cambiar.
Una ley crea un proceso uniforme de autorización para los conductores y elimina la prueba escrita en inglés. La prueba nunca fue obligatoria para las personas que trabajan para servicios como Uber o Lyft.
Sus defensores dicen que la ley eliminará una barrera para los inmigrantes que deseen trabajar como taxistas, quienes ya representan el 96 % de los 144 mil taxistas de la ciudad.
También es un reconocimiento de cómo la tecnología ha transformado este negocio. Muchos conductores dependen ahora de programas de navegación para llegar a un destino, en lugar de instrucciones verbales. Los conductores que trabajan en servicios de taxis por app como Uber, por ejemplo, nunca tuvieron que tomar una prueba de inglés. -EFE