Que expliquen con sencillez qué hay bajo la superficie

Lo que falta es que se explique al Viceministro de Transporte, de manera que puedan cobrar mayor conciencia, lo que son las calles, lo que corre bajo ellas y lo que sucede cuando a la diabla se desvían rutas, se cambian y se designan paradas.

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Sarah R. Saldaña es la encargada de aplicar las leyes migratorias en EE.UU. Ella visita el país para conocer a que se debe el alza de migrantes ilegales salvadoreños.

/ Foto Por Marlon Hernández

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2016-08-30 7:30:00

El tráfico permanece restringido en las calles aledañas a la Gran Cárcava del Tutunichapa, cárcava que se vaticinó en estas páginas: las calles no son sólo la superficie donde al capricho se desvía el tráfico, sino complejas estructuras, “muy vivas”, que juegan un papel vital en las ciudades.
   
Las calles dividen bloques de viviendas, comercios, industrias, servicios, gente y actividades de lo más diversas, lo que da un carácter muy propio a cada una de ellas.

Las calles son estructuras vivas, además de ser una superficie de rodaje; se asientan sobre terrenos de distinta consistencia, son el “corredor” de tuberías de agua, de drenajes, de aguas negras. En cierta manera no hay dos calles iguales; cada una responde a necesidades y condiciones muy propias.

Las calles en estos momentos, al igual que las venas por donde fluye mucha vida, son víctimas de la irresponsabilidad y la ignorancia de los que montaron el Sitramss y del personaje que a su antojo, a la diabla, echa encima buses y vehículos que sobrepasan en peso para el cual fueron calculadas.

Lo que falta es que se explique al Viceministro de Transporte, de manera que puedan cobrar mayor conciencia, lo que son las calles, lo que corre bajo ellas y lo que sucede (¡y allí está la Gran Cárcava para demostrarlo!) cuando a toda costa se desvían rutas, se cambian y se designan paradas, etcétera.

En Soyapango los vecinos de pasajes y calles advirtieron que “no están construidas para soportar tráfico pesado”, pero nada: tercamente se desviaron rutas sobre ellas, destrozando su pavimento, emporcando el ambiente y sabe Dios los daños que han ya causado a lo que está bajo la superficie.

San Salvador carece de anillos periféricos que canalicen tráfico pesado, pues los que ahora están en el gobierno se opusieron “con todos lo recursos a su alcance”  a que se construyeran e incluso activista se amarró a un poste para impedir las labores.

Nos quedamos sin los anillos, lo que obliga a todo el tráfico a cruzar en medio de la ciudad con las consecuencia lógica: enormes atascos y para remate, la ciudad dividida en dos en beneficio del negocito del partido, el Sitramss.
 

Nunca piensan en efectos
más allá del primero
  

Por el Sitramss la ciudad está dividida en dos y sufre de horribles atascos, que tienen un altísimo costo en combustible, tiempo perdido, motores desgastados…

 Falta que se haga un estudio para determinar el costo en dinero, en crecimiento económico, en la salud y el bienestar de los pobladores de la capital y del país entero, tiene el negocito del Sitramss.

Lo que lleva a otra consideración: lo único que importa al partido en el poder son sus negocios y sus despilfarros, como lo comprueba el gasto de la señora presidenta de la Asamblea, de mas de cincuenta mil dólares en comidas, flores, etc.

Sobra para esa clase de fiestas y falta para hospitales y escuelas.

Gran parte de los problemas que sufre la población con estos señores es su incapacidad para medir consecuencias fuera de los efectos inmediatos de lo que hacen y disponen.

Un ejemplo son los endeudamientos: se ponen a prestar y prestar y prestar sin pensar en que esos préstamos tienen que pagarse, para no caer en la insolvencia.